255; miércoles 25 de noviembre de 2020
Una noche de sueño increíblemente buena. Me levanto a las 8.45 y desayuno normal, completo.
Hoy Diego nació a la eternidad en nuestros corazones.
Yo hace mucho intentaba explicar lo que significaba Maradona para mí. Y dije algo que no sé si alguien alguna vez será capaz de entender o compartir. Dije que si un disparo mortal se dirigía hacia el equipo de Diego, él iba a ser el que iba a saltar a atravesar el pecho en la trayectoria de la bala para que no dañe a ningún compañero.
Nació exactamente un mes y medio antes que yo. Creo haberlo visto a poco de debutar, jugando para Argentinos ante Colón en Santa Fe. Años después, en un empate 1 - 1 con Colón mostró su humildad diciendo que había habido dos grandes en el terreno de juego. El otro era Hugo Villarreal, el 8 de mi amado rojinegro, mi ídolo máximo sabalero.
Amigo de Fidel, Evo, Lula, Néstor, Cristina, Maduro y Chávez, admirador del Che, peronista. Defensor de los derechos de los jugadores, enfrentado a los corruptos de la fifa (Havelange, Blatter), opositor del imperio. Siempre del mismo lado, siempre contra el establishment.
A esta foto yo le pondría de título: Cuando te reencontrás con un hijo del corazón.
Hoy se reencontraron en el infinito porque Diego murió precisamente en el 4to aniversario de la partida de Fidel.
Cuando Diego hacía un gol festejaban los mensúes de La Forestal, los obreros izquierdistas y los mapuches asesinados en la Patagonia, los masacrados de la Semana Trágica, los bombardeados de Plaza de Mayo, los originarios genocidados por los conquistadores y los desaparecidos de la dictadura militar. No lo duden, porque eso era Diego.
Cuando jugó con Inglaterra arengó a sus compañeros a que ofrecieran su mayor esfuerzo para vengar a nuestros muchachos asesinados en los campos gélidos de las Malvinas, a los asesinados por Thatcher en el Acorazado Belgrano.
Magia en el campo. Intensamente humano. Drogadicto, jamás le hizo daño a nadie, sólo a él mismo. ''La pelota no se mancha' y con vos brilló como nunca.
Lo critican por haber negado a su hijo pero... cuando la mafia te pone a una mujer para manipularte con un embarazo, ¿cuántos reaccionaríamos igual? Luego enmendó esto y hoy Diego Jr. lo adora (Il capitano del mio cuore non morirá mai). Y Jana, Dalma, Diego Fernando y Giannina.
Hace poco, una jueza le pedía que demuestre que las camisetas que se había quedado Claudia fueran de él. "¡Despiértese jueza Vilma Nora Días, le están tomando el pelo! ¿No ve que en las camisetas, arriba del 10, dice Maradona?".
Otro aspecto en el que nadie parece haber reparado es que, a diferencia de muchas otras estrellas, jamás se lo vio a Maradona exponiendo a un compañero ante un error o una mala decisión. Si se los decía en privado, nunca nadie lo dijo. Pero lo que es en público, delante de la afición, jamás Diego reprochó o se quejó o señaló a ningún compañero. A lo sumo un gesto de frustración porque no le hubiera llegado su compañera de gloria, la pelota.
Hay tanto de lo que dar fe. Como cuando paró un partido si no dejaban entrar a su mujer y a sus hijas y otras mujeres en un campo de fútbol de oro de jeques misóginos. El partido se jugó y con mujeres en las tribunas. Hoy ya las permiten en esa inentendible cultura.
Desmesurado hasta el infinito, ¿cómo no equivocarse cada tanto? Pero los que lo critican no podrían dar fe de un logro mínimo frente a los de Diego.
Humano, intensamente humano.
Ya quisiera yo en la vida haber tenido un capitán como Diego.
Novedades de la pandemia
Esteban Cámara
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