domingo, 14 de abril de 2013

Charletta y después


1-    Barrio Santa Rita, 13 de abril, calle Misiones al 5000-5100. 
Misiones al 5000, Santa Fe
Misiones 5100, Santa Fe

Está así prácticamente desde diciembre. 5 años de gobierno radical de Charletta y Corral. A fines de diciembre ante el reclamo airado de los vecinos llevaron una camionada de tierra y la tiraron al comienzo del 5100 de misiones, casi Alsina. Ahí quedó, obstruyendo el tránsito hasta fines de marzo. La calle se sigue inundando igual.

Muchos diagnósticos, mucho decir "los peronistas ladrones que estuvieron antes", muchos cordones pintados, muchas obras de imagen pero cero obras de infraestructura. Todos los amigos ñoquis que te imagines. 

Radicales y basta.

2-                 Otra historia de corrupción municipal en las gestiones Charletta-Corral: En agosto del año pasado vinieron a proponer al barrio la construcción del pavimento articulado. La municipalidad aportaría la mano de obra y los vecinos pagarían el material. $ 4.000 por casa. Primero hicieron el cordón cuneta. Demoraron una semana. Mientras tanto la gente se desayunó conque no eran 4.000, sino 6.000 pesos. Paradojalmente, los nuevos materiales, más caros, eran de menor calidad. 

Ah, "alguien" decidió que los materiales se le paguen a un determinado corralón... 
Como al vecino no le gusta que lo tomen de gil, muchos no pagaron o pagaron sólo los 4.000 iniciales. 

Acá viene lo dramático: Durante los primeros 3-4 años los vecinos del barrio habíamos rellenado con escombros, hombro con hombro, mujeres, niños y caballeros la calle. Pasó de ser un barrial en cualquier lluvia a tener un mejorado impecable, de más de medio metro de material granuloso (básicamente arena y ladrillo molido) filtrante, ni un charco se hacía por fuerte que fuera la precipitación. Entonces, en enero, empezaron a pasar las 'championas', las motoniveladoras y a sacar el trabajo nuestro de años. A más tardar al otro día ya desaparecía del barrio el material extraído. Vaya a saber adónde fue a parar. Fueron cuatro meses de pasadas de màquina y ya volvió a quedar el barro de abajo y la calle se pone intransitable con cualquier lluviecita. Al pavimento no lo ponen y no lo ponen, seguramente para presionar a los vecinos a que paguen a su amigote del corralón. Los vecinos se convirtieron en rehenes, incapacitados de llegar con su vehículo hasta su casa. Y todo por el vil negocio. Hubieran dejado el mejorado que hicimos nosotros.



Esta es la mugre que nos gobierna desde diciembre del 2007.



Esteban Cámara

domingo, 7 de abril de 2013

Kirchnerista

Por aquellos días de abril de 2003 cuando se desarrollaba la primera elección presidencial post crisis de 2001, luego del desastroso gobierno de De La Rua, los candidatos me parecían horrorosos o desconocidos. La desocupación había llegado a un 27% y la pobreza al 60%, la sangre de treinta y pico de muertos regó las calles argentinas jalonando la crisis y la transición. De La Rúa se fue en helicóptero y mucha gente pensó que era un incapaz. Creo que era algo mucho peor.

Uno de los horrorosos candidatos era Menem, principal causante de la catástrofe. Otro era López Murphy, tambien responsable de muchas cosas malignas y muy obtuso en su credo neoliberal. Algunos eran payasescos. De La Sota había desertado de la contienda, mostrando uno de sus rasgos característicos: La cobardía.

Uno de ellos era un ricachón del sur, gobernador de su provincia. Por el sólo hecho de ser rico ya era pasible de desconfianza por mi parte. Encima contó con el apoyo del sinuoso Duhalde. Razón de más para que no me guste.

Éste candidato sacó el 22% de los votos, un par de puntos menos que el mefistofélico Menem. Debían ir a ballotage, pero el maligno renunció a pesar de su mínima ventaja: Su imagen negativa alcanzaba valores estratosféricos y, al menos, 6 de cada 10 votos independientes se irían a su oponente.

El ricachón ganó y a mí en un principio me pareció que volvía la vieja política, esa que despreciaba. Más de lo mismo, pensaba. Igualmente me callé porque no acostumbro criticar a los gobernantes democráticos, sí a los dictadores, cosa que hoy la mayor parte de la gente subvierte. Yo no me olvido de la dictadura, no se puede comparar a ningún gobierno democrático por malo que sea. Aquí hubo represión, coacción, encarcelamientos ilegales, secuestros, asesinatos, desapariciones, robo de bebés, torturas, desempleo, destrucción del patrimonio productivo y entrega de las riquezas del país. Todo junto, intolerable. Incomparable.

Mientras tanto, la economía se empezó a normalizar, se anularon las leyes de indulto a los genocidas, se descolgaron los cuadros que, increíblemente los homenajeaban. El desempleo y la pobreza empezaron a retroceder. Ya no vimos más enfrentamientos por un paquete de fideos ni ollas populares.

No obstante, yo seguía incrédulo.

Pero en el 2007 pasó algo que creo yo ser el único que valoró: Néstor Kirchner, el ricachón sureño, postuló a su esposa para la presidencia, pudiendo candidatearse él nuevamente. Eso me pareció insólito, un gesto de un vigor político sin precedentes. Jamás se me hubiera ocurrido que un político, argentino o de donde fuera, iba a postular a otra persona pudiendo postularse él. Casi ni se podía creer. Repito, jamás escuché a nadie valorar esto, pero para mi fue definitorio. Encima Cristina era un cuadro político consecuente, enormemente capaz y obstinada en sus convicciones. Y por si fuera poco, era mujer. Un signo rarísimo hay en esto. Yo decidí votarla para presidente y uno de los precandidatos a gobernador a Santa Fe era nada menos que su principal operador legislativo: El chivo Rossi, de quien pude averiguar que era una persona honesta. Nada más. Nada menos. El chivo perdería las internas (yo milité para él y eso probablemente no lo haya ayudado).

Pero mi conversión definitiva fue con el conflicto por las retenciones, la resolución 125. Ahí visualicé claramente cuáles eran los alineamientos del campo político: La lucha de clases no se había atenuado ni mucho menos había muerto. Sólo la habían ocultado detrás de una gran miseria y un tremendo aparato mediático. Comprendí cual era mi lugar: Era contra la oligarquía agraria, sus patronales y sus partidos políticos. Era contra el aventurerismo de cierta izquierda payasa e iluminista que siempre se pone contra el pueblo y en cuyo esquema es preferible convertirse en forro de la oligarquía que luchar codo a codo con el pueblo.  

Me dí cuenta de que había confluido en el kirchnerismo. Yo, kirchnerista.

Despues vinieron las condenas a los genocidas. Empezamos a ver los frutos dulces del modelo kirchnerista en lo económico. El 'mundo' desarrollado, amado por los opositores empezó a venirse abajo. El discurso del 'viento de cola' empezó a desmigajarse: A nosotros parece que solamente nos quedó el viento de cola. Los colosos económicos empezaron a tenerlo de contra. Vinieron los informes internacionales de la duplicación de la proporción de clase media en Argentina, inédita. La juventud empezó a participar de nuevo en política. Hubo un cambio cultural. Hubo matrimonio igualitario e identidad de género. Recuperamos muchos recursos para nuestro desarrollo, como YPF, Aerolíneas Argentinas, fondos jubilatorios. Muchos aires traen el perfume de aquellos cálidos años de fines de los sesenta y principios de los setenta. Y esperamos que no termine de la misma manera, creemos que las condiciones hoy posibilitan el soñar.

Desde el 2008 vengo escuchando pelotudeces apocalípticas: Que se viene el corralito, que se funde todo, que nos hundimos, que estamos afuera del mundo, que se viene la crisis energética. Agorerías vacías, que terminan cayéndose solas de tan ridículas. Hace días vengo escuchando dos: Que se viene una gran devaluación y que para mayo o junio explota todo. 

Tenemos opositores idiotas o desquiciados. Y eso no es bueno. Tenemos opositores comprados por el gran capital argentino, por monopolios opuestos al bien del pueblo.

No se preocupen: Aquellas agorerías son más o menos las mismas de siempre.

Allá estaremos, militando por el pueblo. 

Kirchnerista.



Esteban Cámara

sábado, 6 de abril de 2013

¿Lo dijo Mujica?

Sigo viendo comentarios y comentarios de compañeros en contra de Mujica. Pero yo les pregunto: 

1- ¿Escucharon la grabación? ¿Les parece creíble que empiece con un montón de ruido parásito y que esos ruidos desaparezcan cuando habla el pseudo "Mujica"? ¿Les parece la voz de Mujica? Pongan un audio real de Mujica y comparen. Tiene la voz más clara, parece de un hombre mucho menor, con menos carraspeo y no arrastra las palabras con la dicción propia de un hombre de más de 70. Pero no me crean a mí, ESCUCHEN LA GRABACIÓN.
 

Además:
2- Mujica lo negó, y el Pepe es un tipo sincero. Y lo negó con fastidio, cansado de ese tipo de operaciones. Si lo hubiera dicho lo reconocería.
 

3- Otra persona reconoce la imitación y coincide con lo que uno piensa al escuchar la grabación, que se trata de una persona de menos edad y su voz es parecida pero dista de ser igual.
 

Sobre esta boludez o canallada se ha montado una campaña de objetivos múltiples: Contra Mujica, contra Cristina y contra los acuerdos latinoamericanos en general y, específicamente, contra la amistad entre dos pueblos que deberían ser el mismo argentinos y uruguayos. ¿Vivimos puteando contra las campañas de clarinete y demás y nos morfamos esta? Esperaba algo mejor de ustedes, sinceramente. Y esto incluye a la cancillería.

Esteban Cámara

viernes, 5 de abril de 2013

Los violentos

Tienen razón los radicales. Es al pedo, los peronistas somos unos violentos de mierda. En el '55 saltábamos a cabecear las bombas que tiraron los aviones gloster de la armada. En el 56 cagamos a pechazos las balas de los pelotones militares en José Leon Suarez. Otro famoso violento nuestro fue Felipe Vallese, que en el barrio de Caballito en Bs. As. se abrazó tan fuerte a un árbol que parecía que lo iba a quebrar, hasta que un policía caritativo le pegó un culatazo en la nuca para poder desprenderlo del inocente arbolito. Nunca más se supo de él, era 1962, seguro que de puro violento y de abrazarse excesivamente fuerte a los árboles, luego de vérselo por última vez en una comisaría lleno de moretones, terminó cayendo al Río de la Plata. Violencia extrema.

Muchos de nuestros violentos compañeros fueron con violencia extrema a pegarle cabezazos a las balas en la base naval Almirante Zar en Trelew, en el '72.

¿Y Rodolfo Walsh? Este escritor y periodista no era en un principio muy peronista, pero bastó que militara en una organización peronista para que se hiciera violento, tan violento que con una mísera pistolita calibre '22 agredió a los tiros a 16 pacíficos paramilitares que casualmente lo venían siguiendo. Pobres, no tuvieron más remedio que reventarlo a itacazos, de tan violento que era el periodista y escritor a quien poco tiempo antes habían tratado de curarle de peronismo y violencia auna hija. Fue inútil, su infección peronística seguramente hizo que agrediera a cabezazos a las balas de los caritativos uniformados.

No me permitan olvidar el caso de Héctor Oesterheld, un escritor y militante de Montoneros a quien le asesinaron a sus cuatro violentas hijas y quien, seguramente en un frenesí de venganza, se metió a agredir con su cuerpo desnudo y atando a un catre de hierro a las picanas eléctricas y a tirarse violentamente contra los cigarrillos encendidos de los amables paramilitares que lo rodeaban y trataban, entre susurros y voces de aliento, de que depusiera su violenta actitud.

Otro agresivo al pedo fue el negro Martín (Luis Alberto Vuistaz, salteño), mi amigo, que herido y rendido a la comitiva paramilitar que lo fue a convencer amablemente de deponer las armas, le pegó un brutal cabezazo a una bala de calibre '45, mientras, luego de haber arrojado lejos su arma, simulaba estar sentado y malherido en una terraza cercana al puente negro de Santa Fe. Su pareja, otra agresiva de mierda, se lanzó al vacío desde esa misma terraza, también herida y simulando rendirse, seguramente escapando de los brazos de los amables integrantes del grupo de tareas que trataban de ponerla a salvo. A pesar de su intento agresivo para con el pavimento de la calle al cual intentó partir de un cabezazo, sólo se rompió una pierna y gracias a sus vecinos que vieron cuando la llevaba una ambulancia hoy está viva y pudo llevarse los huesos del negro que, de puro violentos, aún muertos, se habían ido a esconder a un osario del cementerio municipal.

¿Y por qué no hablar de mi hermana? Otra violenta, que le pegaba tetazos a la picana, no obstante estar encadenada en un catre metálico en una amable casita. También, para nuestra vergüenza, intentó apagar varios cigarrillos con su torso desnudo, de pura violenta y para que los policías no pudieran disfrutar del placer de fumarse ni un puchito. Encima agarró a los narizazos, mandibulazos y golpes de cara a los puños de estos honestos y gentiles uniformados. Me da una vergüenza bárbara, pero ella y yo, somos peronistas, señor.  Qué le vamos a hacer, somos incorregiblemente pendencieros.

Otra agresiva fue Mónica Santucho, hija de peronistas y de sólo 14 años, quien luego de esconder a sus hermanitos menores en un barril para, taimadamente, esconderlos de una amable comisión paramilitar a la que previamente sus padres habían agredido a cabezazos y golpes de tórax contra sus inocentes balazos. Grupo de gentiles uniformados que seguramente planeaba llevar a los hijos menores del matrimonio a una mejor vida. Sí, seguro. Pero eso no fue todo, esta agresiva pichona de peronista también, siguiendo seguramente las malsanas y apátridas instrucciones de sus padres, cabeceó las inocentes balas de los amables uniformados.

En fin, la lista sería infinita si empiezo a contar las agresiones de los, moderadamente calculados, 20.000 peronistas más como Oesterheld, Walsh o el negro que se tiraron violentamente de aviones en un descuido de sus guardias que seguramente los habían sacado a refrescarse un poco y tomar aire sobrevolando el Río de la Plata. O que agredieron a pobres balas, por alguna extraña razón casi siempre con la cabeza. Hasta bebés, hijos de peronistas, agarraron esta violenta costumbre de cabecear balas. Agresivos hasta el extremo.

Buenas noches.



    

Esteban Cámara

martes, 2 de abril de 2013

Operacion Peter Pan

Cuba, fines de 1961

Cuenta Gladys Miranda Bravo, una vecina de una playa cercana a La Habana: "...estábamos una tarde en nuestra casa, ubicada en Guanabo, disfrutando de la playa al mediodía cuando llegó una vecina muy alarmada y nos dijo que se estaban llevando a los niños, que los camiones ya estaban en la portería que dividía Boca Ciega y Alturas de Boca Ciega, que el barco ruso que venía a recogerlos ya había atracado en la Bahía de La Habana para llevarlos y devolverlos hechos latas de carne".

Esa era la propaganda del imperio yanqui en contra de la revolución cubana. Empezaron a bombardear a la población con que la revolución les iba a quitar los hijos y se los llevarían a la Unión Soviética. Lo de las latas de carne no convenció a aquellas familias de clase media de que todo era un invento intencionado.

Llegaron hasta a falsificar un decreto bajo la firma del Presidente Cubano Humberto Dorticós, quien por esos momentos no pudo haberlo firmado por estar en esos momentos de viaje por europa oriental.

En un programa de una emisora en español de Miami, dirigida hacia Cuba, se llegó a decir: "¡Atención Cubanos! Recuerda (sic) cómo días atrás en esta 'hora de la liberación' (así se llamaba el programa), te hehos dicho muchas de las leyes que más tarde fueron puestas en vigor por el gobierno, como por ejemplo la reforma urbana, te lo dijimos que ellos la iban a hacer y la hicieron: Ahora te anunciamos la próxima ley: ¡Te quitarán a tu propio hijo entre los 5 y los 18 años, te lo quitarán para adoctribarlo y cuando te lo devuelvan estará convertido en una fiera materialista, y así Fidel Castro se convertirá en la madre suprema de Cuba. ¡No te dejes quitar a tu hijo! ¡Atención Cubanos! ¡Ve a la iglesia y sigue las orientaciones del clero!".
 
La iglesia católica yanqui y las jerarquías eclesiales cubanas secundaron la iniciativa delirante. Agencias varias del gobierno yanqui, no sólo la CIA, promovieron y financiaron la campaña para que los aterrorizados chorlitos mandaran a sus hijos a Estados Unidos. Para ello no trepidaron en mecanismos sorprendentes para EEUU, siempre tan restrictivo en el ingreso de extranjeros: Viajaban sin Visa, sin boleto, con asientos asegurados (había un cupo de asientos reservados en distintas aerolíneas, entre ellas la holandesa KLM), sin acompañamiento adulto. Algunos eran niños pequeños, de 5 años. Incluso hubo casos de bebés que fueron dejados por sus madres, tal vez creyendo en un futuro mejor. No fue así, poco después, unilateralmente, EEUU cerró el acceso a su territorio a los cubanos, incluso a los padres de estos niños.

Los pobres niños cubanos, arrancados del seno de su pueblo por la estupidez de sus padres, fueron a parar a internados y campamentos de altísimo descuido. Los testimonios son desgarrantes, sufrieron abusos en manos de sacerdotes, pasaron hambre, les fue negado hasta el contacto telefónico con sus familias. Hubo jóvenes que se suicidaron. Los más pequeños fueron dados en adopción. Los mayores frecuentemente terminaron alojados en correccionales juveniles, rodeados por otros jóvenes como ellos, pero delincuentes. Todo ello a cargo del autodenominado 'país de la libertad y la democracia'

Por supuesto, los niños de familias ricas fueron protegidos y amparados por sus familiares en Miami. El sufrimiento, fue sólo para los niños de clase media.

Voy a contarles un sólo ejemplo:  "Faustino Amaral, de 6 años fue adoptado por una familia de Albuquerque, Nuevo México, donde comenzó su cotidiana tortura. Su padre adoptivo era policía, la madre ama de casa y tenían otros dos hijos. Cuando uno de los hijos de la pareja hacía algo incorrecto, los golpes eran para Faustino y luego lo ponían a comer con el perro, con quien tenía que disputarse la alimentación. Faustino relata que de lo que le enviaban desde Cuba sólo recibió una tarjeta de la Virgen María, pues el dinera la pareja se quedaba con él".

Los hermanitos frecuentemente eran separados, en un convento las monjas permitían a las niñas bañarse solo una vez a la semana y las castigaban si lloraban al leer una carta llegada de Cuba. Muchas veces eran castigadas por las niñas yanquis ante la pasividad e incluso el hostigamiento de las propias monjas yanquis.

Muchos recordamos el acongojante y reciente caso de Elian, secuestrado por su madre y llevado a EEUU. Luego del fallecimiento de su progenitora hubo una batalla legal tremenda entre EEUU y el padre del inocente niño de seis años. Finalmente tuvieron que entregarlo y hoy, Elian Gonlez, es un miliciano cubano, orgulloso defensor de la revolución.
Pero en aquellos años, hubo otros 14.000 Elianes afectados por los planes insensatos y criminales del gobierno de los Estados Unidos.

Este tipo de cosas, sumado al inhumano e indefendible bloqueo, nos lleva a sospechar que, mucho más allá de su proclamada defensa de la democracia y los derechos humanos, EEUU sólo busca causarle dolor al pueblo cubano.




Fuente: "Operación Peter Pan: Un caso de guerra psicológica contra Cuba", de Ramón Torreiro Crespo y José Buajasán, Marrawi, Editora Política, abril de 2000. 


Esteban Cámara