sábado, 25 de junio de 2016

Respecto de la salida del bloque

Me veo en la necesidad de explicar(me) la decisión de los diputados del movimiento Evita de salir del bloque del FPV.

Conste que hago esto sin disponer de información de primera mano y en base a, como siempre trato de hacer, chequear y buscar hasta la última partícula de información verosímil. Obviamente, como a cualquiera, me es difícil defender una decisión que no me fue consultada, aunque no me consta que haya sido igual respecto de la militancia del movimiento.

Los insultos y acusaciones viscerales de muchos otros compañeros (traición, falta de compromiso ideológico, viraje a la derecha al estilo Bossio, etc.), fundamentalmente parecen provenir de la lectura de los titulares y no de la médula del asunto. Tales acusaciones no tienen en cuenta la historia de lealtad y de militancia territorial del Evita en favor de los más humildes y en defensa de las políticas que llevamos adelante en estos últimos doce años. 

Conste que, aún yo, en un primer momento tuve una sensación de desconcierto y de fuerte angustia y pérdida frente a la noticia. Sin dudas que esto no es bueno y profundiza el sentimiento de fin de ciclo que tanto añoran y tratan de esparcir los personeros de la oligarquía.

Hay que poner sobre el tapete lo ocurrido en el bloque del FPV a raíz de la conmoción producida por el demencial y corrupto comportamiento de quien fuera uno de nuestros funcionarios a lo largo de 12 años. Obviamente me refiero al caso José López. En el seno del bloque legislativo se planteó la necesidad de que Julio DeVido (ex jefe de los funcionarios López, Schiavi y Jaime, todos ellos procesados o condenados o capturados in fraganti en relación con actos de corrupción), renuncie a sus fueros parlamentarios. A su vez el aludido planteó que nunca interpuso tales fueros. Muchos de los diputados del FPV, en una agresiva defensa de DeVido acusaron a los diputados díscolos, incluso los conminaron a alejarse del bloque si estaban en desacuerdo. Los compañeros decidieron irse del bloque sin más.

No confundamos salir del bloque con "irse" del campo popular, ni mucho menos, con traiciones a lo Bossio. No hay dudas de la pertenencia ideológica de los compañeros. No es menor el hecho, y sirve como prueba de esto que digo, que muchos de los que pusieron el cuerpo frente a la represión policial a los trabajadores autogestionarios de la fábrica RB, fueron los compañeros del Evita, junto con varias de sus organizaciones aliadas. Ojalá aquellos que insultan y descalifican al Evita tuvieran aunque mas no sea un 1 % de semejantes antecedentes de militancia.

No veo criticable, en cuanto al contenido, la postura de los diputados del Evita: la situación de DeVido como responsable de los tres personajes cuestionados debe ser aclarada sin que la sociedad tenga el mínimo motivo de pensar que nosotros, los kirchneristas, vayamos a poner el menor escollo en la investigación. Claro, también debemos defender las garantías individuales, el ajuste a derecho de los procedimientos y la presunción de inocencia que corresponden a cualquier ciudadano.

No obstante una crítica tengo que hacer, y es mayormente metodológica. A su vez, está de alguna manera anticipada en un texto mío de octubre de 2013 (blog: http://culpabledesincericidio.blogspot.com.ar/2013/10/un-resultado-logico.html) que de alguna manera vaticinaba la derrota de 2015 (o sea que de “diario del lunes”, nada), derrota que intuía vendría, entre otras cosas, por la falta de democracia interna de las agrupaciones de la militancia. En lo que hace puntualmente a la decisión de abandonar el bloque del FPV, pienso: 

a) La salida del bloque se debió debatir primero en los plenarios del movimiento Evita (tal vez se hizo, no lo sé),

b) al mismo tiempo se debía presentar a la sociedad la posición del grupo de diputados, para que los periodistas militantes del ajuste no medren de la sorpresa. 

c) Sólo una vez hecho esto, y de responder al pensamiento de las bases, se debió salir del bloque. 

Nada más.




Esteban Cámara
Santa Fe, 25 de junio de 2016