miércoles, 29 de julio de 2020

Los bombardeos a Londres

Blitz
A partir de septiembre de 1940 y hasta mayo de 1941, en el marco de la segunda guerra mundial, la Alemania de Hitler comenzó a bombardear Inglaterra. Al principio tímidamente, luego de manera furibunda llegando a completar 24 horas consecutivas de bombardeo sobre Londres (29/12/40, si mal no recuerdo). Los británicos no se quedaron atrás, seguramente me dirán algunos defensores del fascismo, pero éste no es el tema de estas líneas.

Estas acciones causaron cerca de 41.000 muertos entre la población civil y algunas ciudades, como Coventry fueron casi totalmente destruidas. Al invadir la URSS, y en vista de la creciente supremacía técnica Británica (radares y aviones, principalmente), el bombardeo alemán cesó, al menos por algún tiempo.

Como consecuencia de estos bombardeos, la población urbana en Inglaterra tuvo que soportar restricciones de movimientos, sufrieron la obligatoriedad de portar mascarillas antigases y una escasez de alimentos que llevó a racionamiento, muchos niños fueron transferidos al campo para no arriesgarlos inútilmente, hubo toque de queda, innumerables destrozos y otras muchas consecuencias nefastas.

Impulsados por el periódico predominante, The Trumpet, algunos ingleses empezaron a manifestarse contra Winston Churchill, el primer ministro, llamándolo 'Winstontítere', reclamando el cese del racionamiento y el estado de sitio, acusándolo de secuestrarle a sus hijos y cosas por el estilo. 

Para los airados reclamantes de libertad, a quienes vamos a llamar 'libertarios', Churchill era manejado inescrupulosamente por el general Montgomery quien en cualquier momento daría un golpe de estado y tomaría el poder, una vez neutralizados su único escollo, ellos, los valientes libertarios.

Durante alguna de esas manifestaciones, las bombas alemanas asesinaron a varios de los libertarios manifestantes. Pero esa gente no se arredró, incluso acusaron a Churchill de haberlos matado, falseando una intervención extranjera que no era tal. Otros decían que Hitler no existía y que era un invento de Winstontítere o de Rothschild, o de quien sabe quien. A esa idea se la llamó la Blitz-demia, vaya a saber por qué.

Otros decían que, bueno, tal vez los bombardeos fueran ciertos, pero en todo caso lo que la gente tenía que hacer era seguir su vida normal, los niños en la escuela, reabrir los negocios, salir sin mascarillas y, en definitiva, todos volvieran a sus actividades lucrativas y de esparcimiento para no afectar la economía y la institucionalidad. Reclamaban al gobierno respeto al Bill of Rights que garantizaba la libertad de movimientos de los individuos. 'Tarde o temprano, vamos a morir', decían.

...

Nada de lo que está en cursiva, como se habrán dado cuenta, ocurrió. Cualquier semejanza con la realidad argentina en pandemia no es ninguna casualidad.


Esteban Cámara
Santa Fe

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