miércoles, 3 de julio de 2013

Gobernantes europeos: Lacayos de EEUU

Es inaudito el nivel de atropello al que son capaces de llegar los gobernantes europeos serviles a los intereses de Estados Unidos.
Rajoy, Hollande, los de Portugal y Austria que ni me voy a molestar en averiguar cómo se llaman, realmente producen vergüenza ajena con su falta de independencia.

Mientras desahucian a su pueblo, aumentan el desempleo y despojan a los trabajadores de su sustento, estos cínicos lacayos yanquis atentan contra un presidente latinoamericano. Francia, España, Portugal y Austria denegaron el permiso para sobrevolar su suelo o aterrizar o despegar al avión de un presidente extranjero que por sí sólo tiene inmunidad diplomática. Se cagaron en el derecho internacional. Lo peor de todo es que a lo máximo que aspiran es a servir de mozos en el banquete neocolonial de yanquis, alemanes e ingleses. 

Ahora, las colonias son los países de la periferia europea. Parece que a cambio del servicio EEUU les ha ofrecido miles de empleos para europeos desahuciados porque dicen que pueden ser buenos clasificadores de basura.

Latinoamérica está unida: Si tocan a uno nos tocan a todos. 

No se olviden, europeos, que ya nos han venido a pedir comida a mediados del siglo pasado (y del anterior).


Acabo de ver (05/07) este artículo de Atilio Borón en Cubadebate, lástima que no lo tuve anteayer:


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Europa y la puta de Babilonia
4 JULIO 2013 13 COMENTARIOS

La detención y, en los hechos, el secuestro sufrido por Evo Morales durante 14 horas en Viena en su accidentado viaje de regreso desde Moscú demuestra claramente que los gobiernos europeos, y las clases dominantes a las cuales estos representan y en cuyos intereses actúan, son simples sirvientes del imperio. Toda su hueca fraseología sobre democracia, derechos humanos y libertades se derrumba como un castillo de naipes ante la contundencia de la prohibición que le impedía al presidente boliviano sobrevolar el espacio aéreo de algunos países europeos. Por supuesto, nada de esto debiera sorprendernos porque si de algo han dado prueba los sucesivos gobiernos de Europa desde finales de la Segunda Guerra Mundial ha sido su irresistible vocación por arrodillarse ante el nuevo amo imperial y satisfacer sus menores deseos, aún a costa de su dignidad y su vergüenza.

No todos los gobiernos ni todo el tiempo, es cierto, porque hubo algunas excepciones: De Gaulle en Francia, Olof Palme en Suecia, entre los más notables, pero sí la gran mayoría de ellos. Obedecen ciegamente las órdenes de la Casa Blanca para condenar a Cuba y participar en el criminal bloqueo a que han sometido a la isla por más de cincuenta años; consintieron que Estados Unidos y la OTAN, la mayor organización terrorista internacional, bombardease impunemente el propio territorio europeo, la ex Yugoslavia, sin contar siquiera con el paraguas legal de una decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas autorizando esa operación; autorizaron y fueron también cómplices de los vuelos “secretos” de la CIA, en los que trasladaban “detenidos fantasma” (o desaparecidos) de numerosas nacionalidades hacia las cárceles clandestinas donde se podía torturar y asesinar con total impunidad a esto supuestos sospechosos de terrorismo; gobernantes, por último, cómplices de los innumerables crímenes de guerra perpetrados por Washington en locaciones tan diversas como la ex Yugoslavia, Irak, Irán, Afganistán, Libia y Siria, entre los más recientes.

Gobiernos genuflexos, sin dignidad alguna, que aceptan resignadamente que su amo y señor los espíe y que monitoree las comunicaciones de sus órganos regionales como la Comisión Europea mientras persiguen a Julian Assange y Edward Snowden por el “delito” de haber hecho públicas las masivas violaciones de Estados Unidos a los derechos individuales. En una palabra: la Casa Blanca actúa con esos gobiernos europeos como un siniestro e inescrupuloso patrón lo hace con sus indefensos subordinados. Y los gobiernos de Francia, España, Portugal e Italia, a su vez, actúan como la puta de Babilonia, que según narra la Biblia en el Apocalipsis (2. 17) “con ella fornicaron los reyes de la tierra –léase los “capos” de Washington- y los habitantes de la tierra se embriagaron con el vino de su prostitución.” Por enésima vez esos gobiernos volvieron a prostituirse violando las normas internacionales consuetudinarias que otorgan inmunidad a los jefes de Estado y de Gobierno y a las aeronaves (o cualquier otro vehículo) que los transporte. La Convención de Naciones Unidas sobre Inmunidades de los Estados y sus bienes de 2004 recoge estas normas y las amplía, pero desgraciadamente aún no está en vigencia. Sería por ello importante que la Argentina y demás Estados de Unasur la ratifiquen cuanto antes e impulsen su entrada en vigencia, dado que protege las inmunidades soberanas, cada vez más amenazadas por la desenfrenada contraofensiva lanzada por el imperialismo para regresar América Latina y el Caribe a la situación existente antes de la Revolución Cubana. Aunque, ya se sabe, si hay algo que el imperialismo jamás respeta, como lo prueba la historia y lo teoriza Noam Chomsky, es la legalidad internacional, sea esta codificada o no.

Los presidentes de Argentina, Cuba, Ecuador, Venezuela, el Secretario General de la Unasur, Alí Rodríguez y, ¡stupor mundi !, el mismísimo Secretario General de la OEA José Miguel Insulza manifestaron su repudio ante la actitud de los gobiernos europeos. El presidente Correa sintetizó la opinión prevaleciente en toda la región cuando tuiteó que “¡Todos somos Bolivia!” Sorprendió, en cambio, la lenta reacción de otros países de la región, empezando por Brasil (la presidenta Dilma Rousseff ¡demoró catorce horas en manifestar su solidaridad con Evo!) o el Uruguay, cuyo gobierno tardó unas doce horas en hacer público su condena a lo ocurrido. Previsiblemente, los gobiernos que son los “proxis” regionales del imperio en Sudamérica como Colombia, Perú y Chile hasta el cierre de esta nota no habían emitido opinión. En Chile, el periódico El Mercurio, consumado especialista en las malas artes de la desinformación, tituló el secuestro a que fuera sometido el presidente boliviano como una “impasse”. En el caso del Perú, país que ejerce la Presidencia pro-témpore de la Unasur, sorprendió aún más la pasividad de su gobierno que ante la gravedad de los hechos acaecidos en Europa debió haber convocado de inmediato una reunión de urgencia para adoptar una política común en defensa del presidente boliviano y, por extensión, de toda América Latina.

La lección que se desprende de este escandaloso incidente es que no tiene sentido alguno avanzar en un tratado de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, habida cuenta de la complicidad de los gobiernos del Viejo Continente para quebrar las normas más elementales del derecho internacional. ¿O es que vamos a creer que si violan sin chistar reglas fundamentales ante la menor señal de Washington van a respetar las otras, mucho menos importantes, que regulan el comercio internacional? Habría que ser muy ingenuos para creer en algo así. La verdad: ni en Estados Unidos ni en la Unión Europea existe la “seguridad jurídica” que con tanta vehemencia reclaman de nuestros países. Por lo tanto, reforcemos la unidad de Nuestra América porque si no nos integramos y nos unimos, si no nos defendemos entre nosotros, la Roma americana y sus compinches europeos se cebarán en su impunidad y como decía Simón Bolívar, “plagarán de miserias a las Américas en nombre de la libertad.”

Fuente CUBADEBATE 


Esteban Cámara

2 comentarios:

  1. Como español siento vergüenza de tener un gobierno de vendidos a Estados Unidos, que además de espiarles, les da órdenes para que detengan al que denuncia el espionaje, caiga quien caiga, y como siervos que son de los yankees corren a servirle y a jugar a ver quién es el mejor lacayo de Obama.

    Sólo añadir que en España también hay mucha gente indignada por la actuación de nuestro gobierno y solidaria ante esta agresión.

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  2. Me alegra mucho leer tu comentario: descuento que eso mismo hubieran sentido mis antepasados anarquistas y socialistas españoles. Los actuales partidarios de un mundo más justo, tanto europeos como de cualquier otra parte del mundo también se han de sentir indignados ante estas acciones, ante el espionaje, el terrorismo imperial, el chantaje y el colonialismo. De hecho acabo de leer sobre los eurodiputados que se manifestaron en contra de la actitud servil de los mandatarios europeos. Ojalá esos vergonzantes funcionarios hubieran negado sus permisos y el reabastecimiento a los aviones que llevaban gente a ser torturada en Guantánamo y Abu Ghraib. Un saludo cordial.

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