martes, 30 de julio de 2013

La renacida vista del sargento

El ocho de octubre de 1967 el grupo guerrillero del Che fue sorprendido en Bolivia en la Quebrada del Churo y el Che fue herido en una pierna y apresado junto con Simeón Cuba. Fueron trasladados a una Escuela en La Higuera y se les agregó Pablo Chang, también capturado poco después, herido.


El nueve de octubre al mediodía, el agente cubano de la CIA que estaba con las tropas bolivianas, Félix Ismael Rodríguez, le da la orden al sargento del ejército boliviano Mario Terán de matar al Che. Y con disparos por debajo del cuello porque "se supone que murió en combate", le aclara.



Terán duda, repregunta, da vueltas y se alcoholiza buscando tal vez que la química le aporte el valor que no alcanza en su ser. Finalmente se acerca vacilante y el Che se da cuenta de que va a matarlo y se lo dice. Terán lo ve enorme al Che, pareciera que se le va a caer encima: «En ese momento vi al Che grande, muy grande, enorme. Sus ojos brillaban intensamente. Sentía que se echaba encima y cuando me miró fijamente, me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido el Che podría quitarme el arma». Cuenta Terán que el Che, luego, le ordenó: «¡Póngase sereno  y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!». Y continúa el asesino: "Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé la primera ráfaga. El Che, con las piernas destrozadas, cayó al suelo, se contorsionó y empezó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y disparé la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un brazo, en el hombro y en el corazón. Ya estaba muerto."


Poco antes habían sido asesinados los compañeros de guerrilla de Guevara que habían sido capturados casi al mismo tiempo: Chang y Cuba.


Pasó el tiempo, es el año 2007. En Bolivia hay, como desde hacía mucho tiempo no había, una democracia popular. En una ironía del destino, una misión internacionalista de los médicos cubanos (formados en la Cuba revolucionaria del Che y Fidel y subvencionados por esa misma pequeña isla enorme) en Bolivia, como otras tantas misiones que hay en muchísimos países del tercer mundo, le devolvió la vista al asesino del Che. Estaba afectado de cataratas. 



El Che luchó, mató y murió para imponer un sistema que liberara a los oprimidos, que de vida, salud y cuidado a los más necesitados. Luchó con violencia, luchó como Lincoln, como San Martín, como Bolívar, como Washington, como los revolucionarios franceses que hirieron de muerte al sistema monárquico, como casi todos los que aspiran a cambiar un status quo injusto. El lobo humano nunca va a dejar de buena voluntad a sus presas. La clase de los esclavistas nunca libera de buena gana a sus esclavos. Los grandes cambios casi siempre se hacen con fuego, con fuerza, con sangre. Es lamentable pero es así. Y cuanto más grande es la explotación, más fuerza se necesita para acabar con ella. Si no es así, bienvenido sea, pero exigirle a un revolucionario que sea pacífico es condenarlo a ser asesinado.



Hoy en Cuba no hay desnutrición infantil, todos los niños pueden llegar a la universidad, todos los ciudadanos tienen una salud de primera. No contenta con ello, Cuba beca a miles de estudiantes de sur, centro y norte américa para estudiar medicina y otras carreras. Muchachos y muchachas que en sus países no hubieran tenido oportunidad porque son discriminados por pobres, por el color de la piel, o porque sus gobiernos les ponen malísimas escuelas en sus barrios pobres, o porque sus universidades son caras para sus pobres familias. A todos ellos, sin preguntar nada, Cuba les da hospedaje, comida, libros y formación de primer nivel en un sistema de estudio impecable. Pero esto no es todo: Cuba envía a sus médicos en misiones internacionalistas a otros países de América, África y Asia para seguir apoyando a sus pueblos. Y mientras tanto el imperio la sigue agrediendo y bloqueando...



Cuba exporta vida, salud, conocimiento y educación así como EEUU exporta muerte, armas, explotación, tortura y guerra.

En el año 2007 el sargento Terán, asesino del Che, fue operado de cataratas por los médicos cubanos. El sistema que defendía el hombre que él asesinó indefenso, desarmado, rendido, le salvó la vista al sicario del sistema que sólo sabe asesinar, discriminar, empobrecer, explotar y privar de salud. 



En definitiva, el Che (equivocado, cometiendo un grave error estratégico) fue asesinado por un sistema que no es capaz de cuidar ni siquiera a sus sicarios más fieles. Ni le importa, tampoco.



Fuentes:
http://impreso.elnuevodiario.com.ni/2007/10/01/nacionales/60358
Wikipedia


Esteban Cámara

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios son en su totalidad moderados. No se admiten mensajes de odio, descalificaciones, insultos, ofensas, discriminación y acusaciones infundamentadas. El autor se reserva el derecho de no publicar comentarios anónimos.