Hoy mientras me levantaba pensaba que era la primera vez que veía a la CGT MOVILIZARSE POR LOS QUE MÁS GANAN ... y con el apoyo de los que más tienen. Añoro las épocas en donde las consignas gremiales eran: POR LOS QUE MENOS TIENEN.
Ayer se corporizaron (nunca más apropiado el término) junto a Moyano en el reclamo por los que más tienen:
# Momo Venegas, "propietario" de un sindicato en donde ni el 5 % de los trabajadores cobra por encima del nivel de subsistencia y en donde el 70% de los trabajadores está en negro, sindicalista aliado de los patrones y, en cuanto tal, enemigo de sus pretendidamente defendidos,
# Cecilia Pando, defensora de asesinos y torturadores "aún de los apropiadores de bebés", como ella orgullosamente pavonea, y todos los defensores de los asesinos de la última dictadura
# el Pro, partido que de ganar una elección nacional va a eliminar no el impuesto, sino la cantidad de trabajadores y la posibilidad de que cualquiera de ellos gane lo suficiente como para tener que pagarlo,
# las familias patricias de la capital federal, horrorizadas mucho menos que por la posibilidad de comprar dólares sino por la sensación de estar perdiendo privilegios, al menos en sentido relativo,
# las patronales rurales cooptadas por los grandes jugadores de la soja, siempre atentas a cualquier intento que pueda llegar a menoscabar al gobierno embanderadas por Buzzi, representante de una patronal de pequeños y medianos productores servil a sus enemigos históricos,
# cualquier residuo de la Triple A y la CNU (Concentración Nacional Universitaria, tristemente célebre en los '70 como co-operadora de secuestros, torturas y asesinatos de militantes de izquierda),
# cierta izquierda delirante, socia y defensora de las patronales del agro (¿?)
Vayamos al impuesto "a las ganancias":
En primer lugar, el impuesto fue mal llamado "...a las ganancias" porque en
la década del '70 se unificaron los impuestos "al ingreso" y "a las
ganancias eventuales" y al legislador se le ocurrió la poco feliz idea sintetizarlo en "...a las ganancias". El impuesto debería llamarse "...
a los ingresos por sobre el nivel de subsistencia" o "a los altos ingresos". En este mismo sentido, el impuesto existe en la mayoría de los países.
Esta
confusión de nombre (o sea, de forma) deriva en algo que a determinadas
tradiciones
de pensamiento les encanta: Analizar en base a la forma, a la
superficie y no en base al contenido-esencia-sentido. De allí salen
superficialidades como "El salario no es ganancia" y se suma a muchos
alcornoques. No obstante, el salario puede ser ganancia, de hecho hay
muchos empresarios que se disfrazan de empleados de ellos mismos para
disimular, fijándose sueldos de millones de pesos anuales. Tambien hay
altos directivos de empresas que ganan 25 - 30 mil dólares y mas al mes.
Entonces, el salario ... ¿NUNCA ES GANANCIA?
Volviendo
al tema voy a analizar CONTENIDOS, poniendome como ejemplo: Yo gano
menos (no mucho menos, pero menos) que el límite no imponible y sin
embargo vivo una vida más que confortable: Salgo a
comer afuera varias veces a la semana, me compro lo que quiero SIN
NECESIDAD DE RECURRIR A LA TARJETA DE CRÉDITO, tengo CASA PROPIA con
mini gimnasio (adquirida con mi esfuerzo y no por un
plan) con aire acondicionado, calefacción, innumerables comodidades, gas natural, agua potable por red, internet por banda ancha, telefono fijo, celular,
obra social, una moto grande nueva, etc. Evidentemente, el límite inferior del universo
poblacional al cual está destinado el impuesto no está mal calculado.
Yo
pregunto y no retóricamente: ¿Está mal que el 19% de los trabajadores de mejores
ingresos, que se llevan a su casa el 42% de la masa salarial real del
país, aporte con una parte ínfima de su ingreso (menor que las cuotas
sindicales) para la mejora de las condiciones de vida del resto de los
ciudadanos? Y si yo estuviera equivocado y estuviera mal cobrar este
impuesto: ¿No suenan exageradas las acciones planteadas, llevando casi al país al caos y al sufrimiento de la población? y eso, ¿no
implica que los objetivos reales son otros?
El problema de este impuesto no es tanto el mínimo no imponible, que tal vez debería ajustarse automáticamente según el indicador promedio de aumento de salarios, sino la falta de estratificación progresiva de las alícuotas. Es decir: mayores porcentajes en función de mayores ingresos.
Pero aún como está, el impuesto es progresivo, porque el 81% de los trabajadores, precisamente los de menores ingresos no lo pagan. Regresivos son el IVA que grava con un 21% cualquier compra de una persona por humilde que sea y el impuesto a los ingresos y egresos de cuenta corriente. Pero por estos no pidió la CGT.
Otra paradoja de estos tiempos es que el gobierno que logró volver a incluir entre los trabajadores activos a 4 millones de personas que estaban desocupadas en el anterior modelo neoliberal, que promovió la jubilación de 3 millones de personas que estaban excluídas de esa posibilidad, que volvió a instaurar las paritarias regularizando las actualizaciones salariales, que logró multiplicar por diez la cantidad de contratos colectivos de trabajo, en definitiva, la gestión nacional que más hizo por los trabajadores desde el retorno de la democracia, sea objeto de paros salvajes y movilizaciones en contra por esta nimiedad. Parafraseando lo que dice el gobierno: Antes (año 2002) pedíamos por el trabajo, por el alimento básico, hoy se pide por las ganancias, por la vivienda, por la ecología. El salto de calidad, logrado en sólo 10 años, es innegable.
No conforme con esto, en nuestros días se han recuperado muchas cosas que nunca debieron pasar a manos privadas, como por ejemplo el manejo de los fondos jubilatorios, las aerolíneas y la petrolera YPF y al mismo tiempo se ha ampliado la base de derechos con la Asignación Universal por hijo que es un derecho de los niños, el matrimonio igualitario, la ley de identidad de género y se dan batallas por la democratización del conocimiento como es la ley de medios y por el respeto de los derechos humanos, como en los juicios a los represores de la dictadura. Allí está la explicación de mucha adversalidad a este gobierno.
Entonces, queda claro que el paro y la movilización fueron en defensa de los que más ganan, con el apoyo de los que más tienen. Y esto es bastante raro en el gremialismo, aún teniendo en cuenta el nivel acentuadísimo de burocratización y disociación de la burocracia sindical respecto de sus bases.
Señores de la CGT: Sería bueno que vuelvan a consignas tales como "EN DEFENSA DE LOS QUE MENOS TIENEN".
Creo que una buena síntesis es la que hace YPFNacionalYPopular
Imagen de https://www.facebook.com/YPFNacionalYPopular
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Esteban Cámara
Santa Fe, 28/06/2012
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