sábado, 3 de septiembre de 2022

Últimas novedades, 03/09/2022

Nuevo formato: Noticias. II informe.

Respecto del intento de asesinato a Cristina, aparecieron algunos indicios de que mi hipótesis de ayer pudo haber estado equivocada.

El propósito de instalar a rajatabla que el perpretador fuera brasileño (nació allá pero es más argentino que el dulce de leche) creo que responde a la idea de tirar la responsabilidad de lo ocurrido afuera.

Primer punto: Parece confirmarse lo de que no es un sicario. Sin dejar de considerarlo dentro del tipo lobo solitario, errático, a veces incoherente y violento, pero con simpatías nazi y con un alto componente xenófobo, aparecen rastros de ciertas asociaciones con grupos asociados a la incipiente violencia neonazi y antipolítica. Ahí puede jugar un papel importante la actual novia. Otro punto interesante pasa por las declaraciones de un ¿amigo? que parece incriminarlo aún más, y lo marca como una persona mitómana y tremendamente sugestionable. O sea, el sujeto ideal para ser captado por un grupo sectario y/o violento que lo induce a cometer alguna barbaridad. He leído que participó de los escraches violentos contra diputados.

No es menor la lectura que se puede hacer del comportamiento de la militancia peronista que detuvo al perpretador y no lo linchó, preservando a su vez el arma (un asistente, literalmente, se le paró arriba a la herramienta mortal para que no desaparezca). En otras latitudes, por mucho menos hubieran hasta descuartizado a quien intentó asesinar a una persona amada.

Segundo punto: Es un oportunista, fue a ver qué pasaba, qué oportunidad se le presentaba y se encontró con la guardia de Cristina regalada. Sin descartar lo anterior, escrito ayer, otra posibilidad es que haya ido al lugar a estudiar el terreno para alguna futura acción y al encontrarse con una situación propicia, se precipitó. Es fundamental para esto el dato de que la bala no estaba en la recámara, pero no descartando la hipótesis de la inexperiencia y la falta de conocimiento y preparación.

Hay un dato importante que es que hace unos ocho meses el perpretador alquilo diferentes viviendas como si fueran su casa, adquirió un segundo teléfono que prácticamente no usó y parece haber sido destinado a comunicaciones estrictamente vinculadas al atentado y de aquella parte en adelante, se puso a la tarea de conseguir un arma de fuego. Obviamente, la consiguió. Lo que no sabemos es si fue en el momento inmediato anterior al atentado.

Tercer punto: Cuando se le presentó la oportunidad, el 01 de septiembre, intentó asesinar a Cristina. Le gatilló a la cabeza, previo accionar la corredera pero, o lo hizo mal, o la corredera falló y la bala no subió a la recámara. No veo que haya gatillado dos veces creo que los testigos que escucharon dos disparos en realidad escucharon el sonido del accionamiento de la corredera. Esto es corroborado por la declaración de un experto en armas en la página web de  C5N (Rubén Marín es el nombre de este perito en balística).

Aquí hay un punto importante: al parecer, tenía 100 balas en su casa, pero no eran del calibre del arma. No le servían ya que, en primer lugar, lo estafaron con la pistola vendiéndole un arma vieja y no de las características que él buscaba. Hay una amplia gama de pistolas de marca Bersa que son muy parecidas exteriormente, pero de diferente calibre y capacidad de funcionamiento. Las cinco balas que portaba eran las únicas apropiadas para asesinar a una persona, aunque eran viejas y vaya a saber si funcionaban. De todas maneras, sin saber nada de sicariato, supongo que 5 balas son más que suficientes para asesinar a una persona.

Todo lo anterior también podría explicarse si al arma se la dieron en momentos inmediatamente previos (algún ideólogo u organizador) y le dijeron que ya estaba preparada para disparar.

Cuarto punto: La custodia de Cristina es de terror. Un fracaso rotundo o una quinta columna. Aníbal Fernández debería vaciar el escritorio y dejar lugar a una persona más idónea y efectiva. La gracia para el retruécano no es suficiente para el cargo que porta actualmente.

Quinto punto: La idea primaria de la concurrencia al barrio de Recoletam digo yo, era proteger a Cristina, no exponerla más. Irresponsablemente, parte de la militancia entendió que era la hora de obtener souvenirs: la foti, la firma del libro. (En cursiva, lo de ayer). Mal ahí. Hay que terminar con esa liviandad del souvenir,  porque casi seguro que van a volver a intentar un atentado si no ven que se mejora la seguridad de Cristina . Seamos serios, compañeros.

Sexto punto: La otra idea era mostrale a Cristina y al país, nuestro amor por ella. Eso es todo lo que está bien. No dejemos nunca de ser el amor. No somos el odio.

Primera conclusión: O era un lobo solitario o fue captado por un grupo sectario y violento. Hasta ahora, estas dos hipótesis. Que intentó asesinar a Cristina, no me cabe duda. No fue un aviso.

Comentario aparte: La derecha manifiesta insistentemente que el pueblo peronista es un pueblo ignorante, fanático y violento, pero la protección brindada a quien en instantes previos intentó a asesinar a la lideresa más importante del espacio, desmiente rotundamente aquella idea. Hemos sido provocados agresiva e insistentemente con este y otros hechos por parte de la derecha (insultos y agresiones provenientes de uniformados, represión, palos, gases, vallas y camiones hidrantes) y hemos dado cátedra de civismo y espíritu racional y pacífico. La cultura política del pueblo peronista decuplica, al menos, la de las hordas derechistas.



Esteban Cámara




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