sábado, 25 de abril de 2020

Coronavirus: El caso Singapur

Uno de los casos más mencionados en la actualidad es el caso de Singapur, uno de los pocos países con salud privada exclusivamente, que parece haber enfocado con gran éxito la batalla contra la epidemia de SARSCoV-2.

Uno de los argumentos utilizados es el escaso número de muertes por esta enfermedad en la Ciudad-Estado, a pesar de un elevado número de infectados, lo que se suele adjudicar a la realización de testeos masivos de virus en el mencionado país.

De ahí que el argumento 'salud privada' - 'testeos masivos' como herramienta de éxito (o supuesto éxito) resulta lógicamente muy atractivo para quienes se oponen a un estado presente y de políticas asertivas. 

Vamos a comenzar con unos datos de contexto: Singapur es una ciudad-estado insular del sudeste asiático con unos 690 km2 de superficie y 5 millones de habitantes cuyo nivel de ingresos es muy, pero muy alto. Comparativamente, la ciudad de Buenos Aires, capital de mi país, tiene un territorio de un tercio del de Singapur y su población es de alrededor de 3 millones. 

El primer caso de coronavirus en Singapur se demostró el 23 de enero, bastante tempranamente. Al día de ayer (24/04/20), registraban algo menos de 12.700 (puesto 27° en el mundo) casos confirmados y una tasa de infección por millón de habitantes altísima, pero tan sólo 12 muertes.

Esto desmiente el alegamiento de la efectividad de los testeos masivos aleatorios, debido a que su resultado debería propiciar una baja cantidad de casos, cosa que choca flagrantemente con la realidad.

El otro argumento queda en pie: Es realmente llamativa la escasa cantidad de muertes que declara el país y, fundamentalmente, el bajísimo índice de letalidad (0,1%). ¿Será tan bueno el sistema de salud privada singapurés? ¿O habrá algun ocultamiento de información?

Comparemos esa tasa de letalidad con la de otros países:

Francia:                14,0%
Reino Unido:       13,7%
EEUU:                  5,6%
Argentina:             5,0%
Alemania:              3,8%
Japón:                    2,7%
Corea del Sur:        2,2%
Australia:               1,2% 
Nueva Zelanda:     1,2%
Rusia:                    0,9%
Singapur:               0,1%

Existe cierto consenso entre los epidemiólogos en que la tasa de letalidad mínima del SARS CoV-19 debería ubicarse alrededor de un 1% con un promedio de entre 4 y 7%. De hecho, los casos con valores menores a ese mínimo mencionado son bastante sospechosos y provienen de países con alta censura y escasa libertad y respeto por los derechos humanos (Arabia Saudita, Catar). Es interesante mencionar que en un principio la tasa de letalidad en Francia y en Alemania estaba por debajo de 1 punto, pero luego resultó que ambos países subregistraban los fallecimientos por SARS CoV-2, en el primer caso, porque sólo consideraban los dígitos provenientes de los hospitales, ignorando los casos de óbito en residencias privada unifamiliares o institucionales y, en el segundo caso, se registraba como causa de la muerte, cualquier co-morbilidad. Cuando el criterio en esos países se ajustó a la racionalidad, la tasa de letalidad se elevó enormemente en aquellos países desarrollados.

Por otra parte, salvo casos de países con escasísima población o con sospecha de sub registro, la tasa de letalidad esta enormemente por encima de la de Singapur.

Otro aspecto dudoso del caso Singapur es la situación de derechos humanos y libertad de prensa. Citando textualmente Wikipedia: 'Singapur se declara una democracia multipartidista, pero el Partido de Acción Popular ha dominado la vida política del país desde la independencia. Aunque las elecciones son libres, no existe una autoridad independiente que las supervise y el gobierno tiene una influencia excesiva y represiva sobre los medios. La Economist Intelligence Unit califica el sistema de Gobierno de "un régimen híbrido" que cuenta con rasgos democráticos y autoritarios. La Freedom House califica a Singapur de "parcialmente libre", los derechos humanos son sistemáticamente violados en Singapur, y las libertades civiles y de expresión están sumamente restringidas.11​ Mientras que el índice de democracia de The Economist califica a Singapur como "democracia defectuosa"'  

En esto de la escasa libertad de prensa, llamativamente, otros países que tambien presentan bajísimo índice de letalidad carecen de una mínima libertad de prensa.

Realmente, a mi juicio el registro de fallecimientos por SARS CoV-2 en Singapur es bastante dudoso.


Esteban Cámara

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