domingo, 16 de septiembre de 2012

Lápices de ceniza, tinta de sangre


16 de septiembre

Me cuesta mucho escribir sobre este tema. Ni se imaginan. No, más bien voy a escribir sobre mis compañeros, no de agrupación, sino de sueños. Ellos eran estudiantes secundarios igual que yo, tres habían nacido el mismo año que yo, y el mayor de los restantes apenas dos años antes. Casi todos cursaban el mismo año que yo de la escuela.  Eran todos de la UES (Unión de Estudiantes Secundarios, Peronismo de Tendencia Revolucionaria), por la cual yo había pasado fugazmente en 1973 para terminar en el Frente de Izquierda Popular de Abelardo Ramos. Seguramente los resabios de una cultura familiar gorila hicieron que no me sintiera cómodo en una agrupación peronista, unida a la desconfianza instintiva que me provocaba, tan tempranamente, el foquismo.

En total la dictadura detuvo o asesinó a unos 250 adolescentes de entre 13 y 18 años. Yo fui seguido por agentes de la dictadura durante meses, pero por alguna razón, seguramente fundada en el esfuerzo de mi hermana Ana María por desvincularme de la militancia en su tortura, ante las insistentes preguntas de los represores, no fui detenido.

Con la mira puesta en los participantes de la campaña por la obtención del medio boleto estudiantil, conseguido en 1975 y suspendido por los militares el año siguiente, la dictadura puso en marcha el aparato represivo en septiembre de 1976 para, por objetivo secundario, disciplinar a los que pensábamos diferente y disuadir o reprimir cualquier foco de resistencia ideológica o armada. "Casualmente", otro 16 de septiembre, en 1955 había empezado el golpe militar contra el gobierno de Juan Perón.

 

A 500 kilómetros al noroeste de la ciudad de La Plata y por los años 73 - 75 estuvimos en las mismas marchas, pintamos pancartas casi iguales, colgamos banderas...

En ese marco, fuerzas de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, a cargo del carnicero "General" Camps, detuvieron a Claudio de Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel A. Racero, Horacio Ungaro, Pablo Díaz, Emilce Moler, Patricia Miranda y Gustavo Calotti. Fueron llevados a diversos campos de detención ilegal y torturados. Los seis primeros de la lista jamás volvieron a ser vistos con vida.

 Imagen tomada de http://ar.fotolog.com/hijos_capital/17500612/

Un comunicado oficial de la Policía Bonaerense denominó el operativo con ese mismo nombre, "La noche de los lápices".

Nunca pude ver la película homónima, tampoco hasta el día de hoy había podido investigar o escribir sobre el tema. 


Esas muertes de hace treinta y tantos años pudieron ser la mía.






Esteban Cámara

1 comentario:

  1. Poema a Claudia Falcone

    Hoy

    me he quedado inmóvil observando en el recuerdo

    el beso que se estrellaba en el muro.

    Flor o acero. Ni ángel ni desángel.

    Sólo la verdad desnuda.

    La voz es un reclamo de amor y un instante duro.

    Pero las manos no pierden el momento de tus manos.

    ¿dónde estás, en qué tiempo, en qué mundo te encuentro?

    ¿Hasta dónde estiro la mirada para verte?

    Si me dieras una señal, el próximo 31 de diciembre

    me llegaría hasta vos.

    No creas que no te busco, no me olvido,

    pues no hubo adiós; nos dijimos hasta luego.

    Por favor, que las aguas del mar te traigan hasta mí.

    O la soledad del otoño,

    o las flores de la primavera.

    Como quieras.

    Pero no dejes de volver a lo que soñamos.

    Si no es conmigo, ojalá que igual estés en paz.

    ¿Te acordás?

    Habíamos quedado en ir de vacaciones

    o de juntarnos todos los chicos a tomar cerveza.

    Pero estoy solo, ni vos ni ellos han vuelto.

    Y yo camino mirando a ver si los encuentro.

    Me junto con sus madres, padres, hermanos,

    tíos, amigos,

    y no sé qué decirles, ¿dónde están las palabras para ellos?

    Todavía no he aprendido a no desafinar,

    ¿y las idas a las villas?

    ¿Qué es esto de sobreviviente? ¡Por favor!

    Que algún día los encuentre.


    De Pablo Díaz

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