Traducción mía del artículo Walter White's sickness, de David Sirotta, sobre la serie Breaking Bad, tomado de la página SALON.
Es apropiado decir que la casi finalizada serie de
Vince Gilligan "Breaking Bad" es el mejor programa en la historia de
la televisión hasta hoy. Aunque parezca increíble, el espectáculo no ha
terminado aún y ya es un clásico de culto, con todo el mechandise y la
industria del turismo que vienen con ello. Pero a medida que se acerca el
episodio final, hay una pregunta sin respuesta: ¿Por qué el programa es tan importante históricamente?
Los críticos han elogiado con razón, entre otras
cosas, su cinematografía, su diálogo, el desarrollo de los personajes y sus
giros de trama cuidadosamente construidos. Sin embargo, en esta tan cacareada
nueva edad de oro de la televisión, hay un montón de programas con grandes
efectos visuales, conversaciones, personajes fantásticos, matices e historias
atractivas - pero la mayoría no alcanzan la misma notoriedad que la vida de
Walter White. Del mismo modo, "Breaking Bad" es en parte drama, en
parte sátira del sistema legal y en parte comentario sobre disfunción familiar
- pero esos vectores narrativos difícilmente sean territorio inexplorado en la
televisión. Entonces, ¿qué hace a la historia de Walter White tan especial?
He aquí una teoría: Tal vez "Breaking Bad"
ha ascendido al firmamento de culto ya que capta perfectamente las específicas
presiones e ideologías que hacen a Estados Unidos excepcional en el momento
específico en el que el país se “vuelve malo” (break bad).
La manera más obvia de ver esto es ver cómo Walter
White se metió en el tráfico de drogas, en parte, por el temor de su familia de
que iba a morir prematuramente por falta de atención médica adecuada. Es el
tipo de miedo con el cual la mayoría de la gente en el mundo industrializado no
tienen ninguna conexión personal -, pero miedo que sin duda tienen muchos
televidentes estadounidenses. Eso es porque, a diferencia de otros países, el
país de Walter White es excepcional por ser un lugar en el que mueren 45.000
personas al año por la falta de cobertura de sus seguros de salud. Eso es
alrededor de diez veces las muertes causadas por el atentado a las “Torres
gemelas” y producto de nuestra posición excepcional como el único país
industrializado sin un sistema de salud pública universal (y, por desgracia,
Obamacare no solucionará eso).
El miedo de Walter a destruir la economía de su
familia es también algo común. El tipo de gastos médicos que Walter enfrenta no
son infrecuentes en los Estados Unidos - y son, de hecho, la principal causa de
quiebra en el país. Y de nuevo, esto hace a Estados Unidos excepcional porque,
por desgracia, las bancarrotas médicas, básicamente, no existen en el resto del
mundo industrializado.
La desesperación de Walter por la economía está casi
seguramente impulsada por su conocimiento de que la bancarrota tiene
consecuencias particularmente extremas en una familia americana. Él sabe, por
ejemplo, que vive en un país en el que el éxito académico de su hijo e hija y
la jubilación de su esposa dependen principalmente del tamaño de la cuenta
bancaria de la familia. También sabe que la posibilidad de que su familia sea
atrapada en una acuciante pobreza es particularmente grave en un Estados Unidos
con una red de protección social comparativamente escasa. Y es por lo que se
obsesiona con encontrar una manera de dar a sus familiares un barril de dinero
en efectivo.
Si aquí hubiera terminado el arco narrativo de
"Breaking Bad", podría ser una versión del siglo 21 de "Falling
Down" - pero no mucho más. Walter, sin embargo, es mucho más que un
empleado del gobierno descontento. Él es la personificación de la teoría de que
la ideología yanqui de capitalismo ‘sin red de seguridad’ - y la desesperación
que engendra - realmente crea innovación y espíritu empresarial. Piense en
esto: A través de su alter ego, Heisenberg, la desesperación de Walter le lleva
a construir un negocio desde cero que destruye creativamente monopolios
escleróticos y que en última instancia, proporciona un producto superior a los
consumidores de todo el mundo.
Heisenberg, en otras palabras, nos recuerda que la concepción
original del capitalismo norteamericano trae aparejada una productividad
excepcional - pero no necesariamente de formas deseables.
Sin embargo, la desesperación económica no puede
explicar completamente la forma de Walter de “volverse malo”. Después de todo,
al tener cáncer, él no se enfrenta a un estrés económico superior al de la
mayoría de las personas en su situación, que también se enfrentan a la
enfermedad - y tampoco es frecuente que las víctimas de cáncer de la clase media opten
por cocinar metaanfetamina. Entonces, ¿qué lo diferencia y hace su historia tan
representativo del espíritu de este momento? La respuesta es su abrazo total de
los aspectos más perniciosos de la mitología del American Dream.
A diferencia de muchos estadounidenses, Walter White
tiene en realidad una red de seguridad social. Como profesor de escuela
pública, tiene un seguro de salud decente (aunque como se mencionó
anteriormente, es posible que no sea completamente adecuado para su enfermedad
y podría no protegerlo de una bancarrota médica). Eso es más que lo que
millones de sus compatriotas pueden decir. También, a diferencia de la mayoría
de los estadounidenses, tiene amigos de su pasado que están dispuestos a pagar
para que obtenga tratamientos de vanguardia para el cáncer.
Pero aún con todo eso, Walter todavía elige lo que él
llama "imperio empresarial" en un esfuerzo por vivir la mitología
dominante. Más específicamente, rechaza la oferta de ayuda de sus amigos y se
embarca en un viaje extravagante para vivir una arquetípica historia de
derroche - el relato del sueño americano en el que nuestra sociedad basa su
definición misma de masculinidad. En el proceso, también se trata de vivir la
fantasía del chico blanco americano que vence a sus competidores extranjeros de
piel oscura y se apodera de un mercado que él cree que es suyo por derecho .
En última instancia, todos estos temas convergen
planteando las preguntas más inquietantes de todos - las preguntas tabú acerca
de si realmente deberíamos valorar la desesperación, la codicia y la ideología
individualista que impulsan a Walter White y que hacen de USA la excepción de
los países industrializados del mundo. Es el tipo de pregunta que se hacía la
película de "Wall Street" en 1987,
cuando un Bud Fox inestable se le pregunta a Gordon "La avaricia es
buena" Gekko: "¿Cuánto es suficiente?". Es la misma pregunta que
el asesino psicópata de "Breaking Bad", Todd, planteó recientemente
a su tío neo-nazi cuando le dijo: "No importa lo mucho que tengas ¿cómo
darle la espalda a más?".
En Estados Unidos, nuestra cultura a menudo ofrece la
misma respuesta que Gekko y Heisenberg. También nosotros solemos decir que no
existe lo "suficiente", por lo que ni se te ocurra darle la espalda a
más. A diferencia de cualquier otro programa de televisión anterior,
"Breaking Bad " se atreve a explorar cómo estas respuestas
excepcionales son la raíz de muchos de nuestros problemas. Eso por sí solo hace
del programa algo más que "televisión importante" y excepcional. Esto
hace que sea totalmente único.
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