No hace mucho escuchaba estupefacto cómo una pequebú santafesina (aclaración: En este contexto, Pequebú no quiere decir pequeño burguesa, es poco, quiere decir "pequeña bolú") decía que este gobierno nacional había enriquecido más a los ricos y que los pobres eran cada vez más pobres. Luego, espetó otra de las máximas de la boludez clasemediera: "Yo no creo ninguna estadística" y que Moreno y que el Indec y que bla, que ble, que bli.
Contra tanto pelotudo que alza su dedito medio, lleno de soberbia ira y desprecio: Argentina me gusta. |
Yo le decía que el PBI había aumentado en estos 9 años y ella miraba como oliendo mierda y que ¿de dónde sacaste eso?, con ademanes de superada. Yo lo había sacado de varios papers de posgrados en economía, pero, aparte, coincidía con datos del Banco Mundial y del FMI.
Después hablé de los 5 millones de puestos de trabajo nuevos y ahí le surgió de nuevo la duda: ¿De dónde sacaste eso? Ni hablar cuando mencioné los 3 millones de jubilados con aportes irregulares (en realidad, exageré, son 2.5 millones).
En fin, hay gente cuyo mundo es equivalente a un envase de azafrán, por lo pequeño y aislado de la realidad. No creen en nada que contradiga sus creencias. Igualmente, vamos a intentar penetrar esas muchas capas de ignorancia voluntaria.
Los datos de empleo, ingreso, pobreza e indigencia salen de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que realizan los institutos de estadística provinciales sobre más de 30 aglomerados urbanos (paulatinamente se van incluyendo nuevos) del noreste, noroeste, sur y centro del país, incluyendo la CABA y Gran Buenos Aires. Éstos, sumados, representan el 62% de la población del país. Se encuesta, contínuamente, a 35.000 hogares (unas 140.000 personas), muestra de población sobradamente significativa. Antes se realizaba dos veces al año, en mayo y octubre y a mí me tocó cuando alquilaba cerca del centro. Las encuestas son muy completas e incluyen ocupación de cada integrante del hogar, horas trabajadas, ingresos, características migratorias, vivienda, pobreza, indigencia, edad, sexo.
El boludeo respecto de la supuesta falta de veracidad del Indec (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) no aplica, puesto que se trata de datos provinciales que, de ser manipulados por el instituto nacional sería una operación fácilmente refutable.
Recientemente, el Banco Mundial publicó un informe sobre pobreza que indicaba que la clase media se duplicó en Argentina entre 2003 y 2011, coincidente con los datos del Indec y de la EPH que marcaban un descenso de la desocupación de un 27% en 2002 a un 7% en 2011 y de la pobreza del 60% en 2002 a un 8% en 2011. El éxito socio-económico de la Argentina es inédito en el mundo.
Pocos días después, la Universidad de Belgrano (UB), universidad privada a la que para nada se la puede acusar de oficialista, publicó un estudio que indica que el salario mínimo en Argentina es el más alto de Sudamérica medido contra poder adquisitivo. O sea, estamos hablando de capacidad de pago de productos y servicios en un contexto real. A su vez, el mismo estudio indica que el coeficiente de Gini, que mide la desigualdad en el ingreso, ha descendido en el mismo período (lo cual es bueno porque indica que la desigualdad disminuyó) de 0.55 a 0.35 (yo ya lo había adelantado, sobre bases propias en un artículo anterior). Nuevamente, un estudio no oficial ratifica los datos del INDEC.
Pero ello no les obsta a los estúpidos, siguen proclamando que éste es un gobierno de mierda y que ha empobrecido al pueblo. No entiendo a quién le dicen pueblo...
Pero por si esto no basta y siguen pensando que mienten todos aquellos que no coinciden con lo que ellos piensan, díganme: ¿Cuánto hace que no ven un saqueo de un supermercado o una olla popular?
Anexo Coeficiente de Gini
Mide el área (a, en el gráfico que sigue) entre la recta de distribución ideal del ingreso (todos ganan lo mismo) y la curva de ingreso correspondiente al país. En el caso de distribución equitativa total, el coeficiente de Gini da cero. Por el contrario, en el caso de absoluta desigualdad, coeficiente 1, una persona concentra todo el ingreso y el resto de la población tiene ingreso cero.