viernes, 30 de agosto de 2019

El GPS

Había una vez en una provincia del litoral argentino de cuyo nombre no quiero acordarme un partido que asumió luego de 24 años de gobierno de otro signo político. El nuevo gobernador tenía un apellido que empezaba con B (B1, ponele). El ministro de gobierno, también (B2).
 
Pusieron un ministro de seguridad que no empezaba con B, vamos a llamarle ... 'cerveza'. 
 
Este llamó a un amigo suyo de asesor, experto en aviones.
 
En la provincia habían decomisado recientemente dos aviones que transportaban droga y cuyos tripulantes los habían abandonado. Éste asesor se puso a analizar los gps que portaban los aviones y mapeó las rutas que habían hecho. Presumiblemente, las rutas de la droga.
 
El asesor le pasó el informe a su jefe ministro de seguridad.
 
El ministro de seguridad, cerveza, se los llevó a B2, ministro de gobierno. Luego de leerlo, B2 lo elogió enormemente. ¡Que valioso!, le dijo. ¡Genial!, reafirmaba. ¡Esto nos va a servir mucho!
 
Pasaron los meses y no se supo más nada. Nunca más.
 
Cerveza renunció. El asesor volvió a su quehacer habitual.



PS: No sé que tendrá que ver, pero una de las rutas llevaba al campo de un conocido supermercadista de la ciudad capital de aquella innominada provincia...



Precio de medicamento, antes y ahora

Bueno, no creo que a esta altura sorprenda a nadie.

Èste es sólo un ejemplo de lo que las políticas neoliberales le hacen a un país periférico como la Argentina.

Al finalizar el ciclo de doce años del kirchnerismo ésta era la situación con respecto a uno de los medicamentos más baratos y más usados por la gente de mediana edad y mayores.







La situación no necesita mayores comentarios, creo. Es una catástrofe sociosanitaria. el medicamento aumentó 5 o más veces respecto del aumento de las jubilaciones y ocho veces por encima del aumento del salario mínimo vital y móvil.

Y si a esto le sumamos el brutal aumento de los productos básicos, más la electricidad, el gas y el agua es increíble que la gente pueda sobrevivir con una jubilación o un salario mínimo.

Este gobierno no podía seguir cuatro años más, aumentando la deuda externa e interna, hambreando, desocupando y destruyendo el aparato productivo.




Esteban Cámara



martes, 27 de agosto de 2019

La grieta me la fuma

Déjenme decirles, a riesgo de parecer un violento: Me chupa un huevo la grieta.
La grieta siempre existió entre los que quieren un país para pocos con una gran masa de siervos - mano de obra barata - y los que quieren un país en donde todos tengan trabajo y dignidad.
Vean la historia: Saavedra vs Moreno; Rivadavia vs San Martín; Artigas vs Bs. As.; Lavalle vs Dorrego; Rosas vs Unitarios, Mitre vs Interior y pueblo en general, y así sucesivamente. Hubo grieta en los tiempos de Irigoyen (¡terrible!), de Perón (ni hablar, bombardeo de bs. as. incluído) y así sucesivamente.
Pero la grieta no es sólo argentina: La hay en Chile, en EEUU, en Francia, en España, En Brasil. Las formas pueden variar, mínimanente.
Y no podría ser de otra manera porque son las grandes fuerzas de la historia (clases): los que la 'quieren toda' y los que sólo quieren la parte que les corresponde, tanto del esfuerzo como de los resultados.
La única forma en que no existiría la grieta sería que una de las clases (trabajadores) hubiera vencido definitivamente a la otra. La hegemonía del capital no está exenta de grieta, nunca, porque siempre va a necesitar trabajadores. Proletarios vs capitalistas.

Demostración por el absurdo
En La rebelión de Atlas (Atlas Shrugged), esa excrecencia de la filosofía dada en llamar Ayn Rand plantea la utopía de la sociedad uniclase: Los empresarios y los científicos se van fugando hacia un territorio independiente, carente de estado, de militares, de políticos (místicos de la fuerza), de religiosos (místicos del espíritu), etcétera.
Todo esto habría sido causado por el 'excesivo intervencionismo estatal que maniata las fuerzas del mercado', subordinando lo individual a lo colectivo.
Esta farsa pseudofilosófica ha cautivado (junto a El Manantial, en donde un arquitecto insano destruye su diseño asesinando a los trabajadores que hasta ese momento cometieron el error de confiar en él) a los hombres de negocios de mi generación. Mauricio Macri, el cleptócrata mundial, el hombre de las 100 offshore, menciona uno de estos libros como su mayor inspiración (sabemos que no los leyó... afortunadamente para él hay películas).
A mí me resulta realmente cómico imaginarme esa 'ciudad', esa sociedad, levantada sin obreros, sin plomeros, sin gomeros, sin trabajadores, en definitiva. Aún en el imposible caso de que pudieran erigir construcciones masivas con sus propias manos, esos empresarios y científicos verían caer su sociedad en la anarquía cuando se les empezaran a tapar los baños o se les pincharan las ruedas de sus vehìculos de lujo. 
Trabajos como los de los gomeros o plomeros o albañiles requieren de mano de obra escasamente calificada (nadie con un doctorado del MIT atenderìa una gomería) y si alguno de los científicos supiera destapar un inodoro, con el individualismo exacerbado con el que fué definida la sociedad de Atlas, solamente se pondría manos a la obra para su propio beneficio.
De la misma manera: ¿Quién barrería las calles? ¿Un empresario? Piénsenlo un momento y luego tómense unos quince minutos para reirse a carcajadas.
¿Quién manejaría la basura?
¿Quién educaría a los niños?
¿Quién atendería a los enfermos, a los bebés, a los ancianos de Atlas?
Y mucho más.
La sociedad Atlas no se llegaría a construir o se derrumbaría antes de cumplir seis meses.
La totalidad de las tareas de mantenimiento y reparación en una 'Polis' dependen para su ejecución de trabajadores de calificación media o inferior, los que siempre se van a unir y sindicalizar para enfrentarse a los abusos de los poderosos (para los ricos, a los trabajadores hay que pagarles sólo igual o apenas por encima del nivel de supervivencia).
Son los empresarios (místicos de las herencias) los que necesitan del estado y de sus guardias pretorianas para 'defenderse' de la asociación y de la dignidad de los hambrientos.
Una sociedad de empresarios caería en el caos y la mugre demasiado rápidamente.
Para colmo de males del capitalismo, la fase actual del modo de producción está signada por la financiarización de las corporaciones, con empresas multinacionales oligopólicas que caen en manos de financistas sin ningún compromiso con el producto o los trabajadores o los clientes. Los fondos de inversión adquieren empresas que fueron desarrolladas por emprendedores, los dejan en ellas a veces como CEO, otras como Directores de Operaciones, y deciden a destajo en ellas. Eliminan cualquier estímulo a los trabajadores, eliminan cualquier calidad excedente en el producto o servicio y suelen terminar convirtiéndolas a todas las empresas en la misma mierda. Como ejemplo de esto véase las empresas de telefonía celular en donde a los clientes, TODAS, les ofrecen un servicio más o menos pésimo a altos costos, no dejando al consumidor una opción ventajosa cambiándose a otro proveedor porque todos son más o menos lo mismo.
A la inversa sí funciona: El rol empresarial (ver las teorías de la empresa) puede asumirse colectivamente, como lo demuestran las cooperativas, en cualquier parte, y las sociedades del estado en países como Cuba. Esto funciona tal vez un poco menos productivamente que en el capitalismo con sus empresarios. Pero funciona y proporciona una mayor estabilidad y satisfacción tanto entre clientes como entre trabajadores.
Y ni hablemos de los terratenientes, esos herederos que van a sus campos algún domingo disfrazados de gauchos a comer un asado... ¿alguien los necesita? ¿La soja los necesita para crecer? ¿Las vacas los necesitan para dar terneros y leche? ¿Los peones los necesitan?... si ellos saben mucho más lo que hay que hacer que esas molestas intrusiones domingueras. La tierra debe ser para el que la trabaja, aquel que hoy en día es esclavizado, sub remunerado, negreado, confinado, secuestrado, por sus ignorantes patrones. Y a los pocos de ellos que algo saben del tema, bueno, les podemos dejar un par de cientos de hectáreas para que lo demuestren trabajando.
Los capitalistas no van a poder prescindir nunca de los trabajadores. Los trabajadores sí podemos prescindir de los capitalistas. Y en cuanto a los científicos, al menos en mi país y en Cuba, tienen en claro que su destino es igual al de todos los demás trabajadores.
Bueno, disculpen la digresión (pero venía muy a cuento).
El colofón es: O nos fumamos la grieta o construimos una sociedad uniclase.
Esteban Cámara
Santa Fe, 27 de agosto de 2019

jueves, 15 de agosto de 2019

El viajero


Lo vi de pronto sentado cerca mío en la plaza. Demacrado, cansado, ojeroso, con la ropa raìda y polvorienta aunque parecía muy a la moda. Me resultó muy familiar.

Me miraba fijamente. Intenté ignorarlo pero luego de lo que pareció una eternidad hice como que miraba el celular y disimuladamente le saqué una foto.

El tipo seguía mirándome.

Al fin, cuando yo ya me estaba por ir, se acercó.

- No te vayas, Esteban.

- ¿Cómo me conocés? Jamás te vi antes.

- Sí, pero no importa. Me dijo. Vengo a contarte algo muy importante, para que te prepares. El mundo que conocés va a cambiar drásticamente.

Ya tenía mi atención.

- Para las elecciones generales, Macri va a cambiar muchas cosas y la gente le va a volver a creer.

Yo estaba por largar la carcajada.

- De hecho, las gana.

Eso fue como una bomba.

- Por poco, pero las gana.

- El mismo domingo de las elecciones una multitud va a festejar al búnker de cambiemos. Miles y miles quedan afuera, con sus globos amarillos.

Sigue.

A eso de las once y media de la noche, unos aviones pasan y dejan caer bombas y miles perecen. Luego se sabrá que los aviones llevan pintada la cara del Che y la leyenda HLVS. También se revelará que el General Milani y unos amigotes de la marina no soportaron el inesperado triunfo de Macri y quisieron castigar a la muchedumbre por votar mal. Los milicos luego tomaron el poder y declararon la revolución socialista con el apoyo de Hezbollah, Irán, Cuba, Venezuela, Rusia, China y los sabios de Sión.

En los años subsiguientes los ex funcionarios macristas fueron sometidos al escarnio por la prensa hegemónica (mayormente Infonews, Diario Registrado, radios y emisoras de cable comunitarias, universitarias y de pueblos originarios) y perseguidos judicialmente mediante pericias truchas, fotocopias y estructuras paraestatales de inteligencia.

Aníbal Fernández es nombrado Ministro de la Venganza y la Gils Carbó es repuesta en el rol de Procuradora General de la Nación por un decreto de la junta militar. La Procuradora envía a los fiscales a una ofensiva contra periodistas por mala praxis. Para esto se crea la Conaindep, Comisión Nacional contra la Independencia Periodística, al frente de la cual es nombrado Dady Brieva, con Brancatelli como adjunto.

El cadáver de Franco Macri desaparece y Mauricio debe escapar a Chile desde las tierras de Benetton o Lewis disfrazado de artesano, con peluca y barba. Afortunadamente, la gendarmería lo reconoce y no lo ahoga en ningún río.
A Antonia le secuestran la herencia de su abuelo Franco Macri y es hostigada hasta el hartazgo por la prensa hegemónica al par que enjuiciada por asociación ilícita. Enferma, debe ir a radicarse a Miami.

Los jueces comandados por Aníbal Fernández aplican una doctrina inconstitucional (Irurzun) para encarcelar a los ex funcionarios macristas durante la instrucción de los expedientes, argumentando que podrían entorpecer las investigaciones.

Las propiedades de Mauricio Macri, sus hermanos, madre, primos e hijos son expropiadas y sus bienes son expuestos en el museo del bicentenario. A la salida hay cestos de basura en donde a la gente se la invita a que descarte en ellas la papelería Pro y las fotos de Macri, Larreta y Vidal que engalanaba las paredes de los palacetes de sus humildes partidarios.

En el 2020, un grupo de militantes pro Macri que estaba reunido debatiendo acciones en contra de la dictadura que les había escamoteado el gobierno, es secuestrado y sus cuerpos son encontrados días más tarde en un basural del conurbano, acribillados.

Ahì largué la carcajada. Pará, le dije. Vos sos un trucho, no venís de ningún futuro. Venís del pasado, porque todo eso nos lo hicieron ellos a nosotros. Siempre que gobernó un partido popular se respetó a los adversarios. Las persecuciones siempre fueron de ellos hacia nosotros. A los muertos siempre los pusimos nosotros.

Dejá de proyectar, macrista y rajá de acá.


Esteban Cámara
Santa Fe, 15 de agosto de 2019