martes, 28 de mayo de 2019

Los dragones y el poder atómico

Peligro: Spoilers
Advertencia: No lean esto menores de edad y personas impresionables 

La serie de HBO Game Of Thrones (GOT) dejó a muchos de sus seguidores tremendamente disconformes. 

No me he puesto a interpretar las causas que se vislumbran desde las expresiones de esa disconformidad, tal vez más adelante lo haga, pero sospecho que tienen que ver con el amargo y antipático final de un personaje muy querido como Daenerys Targarien: Nacida de la tormenta, Khaleesi del gran mar de hierba, Rompecadenas y Madre de Dragones.

Al comienzo de la serie, Daenerys es la heredera de una gran dinastía trunca pero, desolada, termina siendo, casi una niña, vendida como mercancía nada menos que por su propio hermano. Sin embargo, la pequeña va haciéndose fuerte: Sobrevive a todos los peligros, al fuego expiatorio de la pira funeraria de su primer marido (el Khal Dhrogo, quien da nombre a uno de los dragones), cria a tres dragones, construye un ejército, libera esclavos y destruye amos despiadados.

Daenerys se enamora de un valiente y carismático joven guerrero quien termina siendo su pareja. Al par, descubre a un mejor heredero del trono que ella, quien es nada menos que su enamorado (y sobrino).

De nada valdrá que el joven le jure amor y lealtad. Ella siente que la gente de occidente nunca la va a ver con el mismo amor que siente por él, ni a sus bárbaros aliados, ni mucho menos a sus dragones.

Daenerys se descentra y empieza a ver enemigos en todo. Masacra con su dragón a toda la población civil de Kingslanding, ya rendida. Ella teme en su corazón que jamás la van a querer como sí quieren a su amante. Entre el amor de una sociedad que, se resigna algo apresuradamente, no va a lograr y el miedo, decide que sólo le resta elegir el miedo. Esto remite casi textualmente al capítulo XVII de El Príncipe, de Maquiavelo.

En su discurso triunfal, Daenerys propone a sus tropas bárbaras la liberación de todo el mundo, incluyendo el país de los familiares de su enamorado. Esta liberación, a la que el espectador puede suponer hermanada a la masacre asqueante de Kingslanding, es al par que un ejemplo de megalomanía, una clara amenaza para todos.

Finalmente, y ya a solas la pareja en la sala del trono de hierro, el enamorado la asesina para evitar la orgía de destrucción que seguramente se avecinaba.

En ese momento, el único dragón supérstite es atraído a la escena por tal vez una trágica intuición, parece comprender lo que pasó y, refrenando su impulso de destruir al asesino de su 'madre', destruye en cambio el trono de hierro y sus inmediaciones. Al parecer, el mítico animal adjudica a la ambición y al poder mundano la locura manifestada en quien lo trajo a la vida. 

O, tal vez, no pudo destruir al asesino quien, por ser también un Targaryen, poseía esa mágica sangre que los mortíferos seres voladores no podían destruir.  

Finalmente, Dhrogon toma el cuerpo inerte de Daenerys y se lo lleva volando con rumbo desconocido.

El asesino es encarcelado por los bárbaros aliados de la reina asesinada, quienes detentan el poder militar y exigen un castigo al magnicidio.

Supongo que lo que sigue es conocido por todos los que llegaron hasta aquí y esto da paso a que, ahora sí, comience la semiosis.

En primer lugar, a mi entender los dragones alegorizan el poder nuclear alcanzado por algunas naciones, ya en nuestra realidad, porque ese poder de destrucción mediante el fuego y el calor es imposible de contrarrestar por los demás estados. Es más, en algún momento EEUU fue la única nación en poseer armas atómicas y la única vez que las usó en un contexto bélico fue en una situación muy similar a la de Daenerys en Kingslanding.

Cuando EEUU arrojó las bombas atómicas Fat Man y Little Boy sobre Nagasaki e Hiroshima (agosto de 1945, final de la segunda guerra mundial), ya el Japón estaba vencido y resignado. La única condición que la nación oriental había puesto a su rendición era la continuidad en el trono del emperador Hirohito. EEUU rechazó esa rendición, exigió que fuera incondicional y arrojó las bombas igual. Claro, los dispositivos de poder apocalíptico no estaban destinados a amedrentar a Japón, sino a la Unión Soviética, eso es claro.

Las bombas atómicas (una de ellas detonó inmediatamente por encima de una escuela primaria, cuyos niños fueron vaporizados) causaron más de 200.000 víctimas y destruyeron las dos ciudades.

El mundo quedó horrorizado. Finalmente, EEUU aceptó la rendición de Japón, no incondicional porque permitió que Hirohito siguiera en el cargo, bajo la excusa de que el pueblo de Japón sólo iba a deponer las armas si la orden provenía del emperador. Las bombas, respecto de Japón, fueron lanzadas sin necesidad. O por una necesidad ajena a esa guerra y que ya fuera expresada.

Creo que esa es la razón por la que la serie GOT parece enfatizar en los restos humanos calcinados en Kingslanding, que recuerdan tan cercanamente a los niños masacrados en Hiroshima y Nagasaki por EEUU.
GOT: Restos niña descubiertos entre la masacre de Kingslanding por Arya Stark, final del cap. 5
Personas impresionables y menores, les ruego salteen la siguiente foto.
Fotograma de documental Bomba Nuclear Hiroshima y Nagasaki

Finalmente, en la escena ya referida en la que el enamorado asesina a Daenerys, las imágenes de los restos de esa parte de la Fortaleza Roja y de la sala del Trono de Hierro, nos remiten a la imagen de los restos de la capital del 3er. Reich tras la conquista soviética y a Hiroshima bombardeada, lo que tal vez es un refuerzo adicional del paralelismo 'Giro Final Daenerys' - Fascismo.
Hiroshima, agosto 1945

Berlín, 1945

Puerta de Brandeburgo, Berlín, 1945
Berlín, Fachada de la Cancillería, mayo de 1945

Game of Thrones: Dhrogon y Jon Snow (cuyo verdadero nombre es Aegon Targaryen Sexto). A lo lejos se ven las fachadas solitarias de Kingslanding, tal como quedara Berlìn luego de la locura nazi.

Sobrevuela aquí también en relación con Daenerys, me parece, el concepto de populismo, de cuya bastardeada simplificación se abusa en Europa y EEUU para denostar a los movimientos de liberación popular de latinoamérica, tratando de emparentarlos equivocada y falazmente, con el fascismo.

Volviendo al tema principal, hay una frase bastante usada que expresa: "Si el poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente". Eso tal vez podría explicar el infausto cambio de la rubia heroína.

O, tal vez, el giro final del personaje de la Rompecadenas fuera simplemente debido a la propensión a la locura propia de los Targaryen: Cuando nace un Targaryen, dice el eunuco Varys, los dioses tiran una moneda y el mundo contiene el aliento. Locura o sensatez, son sus únicos resultados posibles.  

No era locura lo de Jon-Aegon, como Varys dijera, pero éste ya había resultado corrompido por el asesinato de su amor y no poseía ni armas apocalípticas ni ejército humano que lo sustente en el poder. Peor aún, habíase ganado el odio de los Inmaculados y Dothrakis, la alianza armada vencedora en la lid. Por eso es encarcelado, aunque le permiten vivir porque la amenaza que representaba Daenerys resultó evidente hasta para sus seguidores más leales. No obstante, se lo obliga a partir al destierro, a la soledad y al frío. Como castigo y, más seguramente, porque el joven carismático y luchador iba a terminar resultando una amenaza a la pax romana impuesta por los nuevos amos de occidente.

Por último, supongo que los decepcionados con esta evolución en la trama estaban esperando un final algo menos doloroso, tal vez un "...y comieron perdices" para la pareja pero, como en la vida, este tipo de finales casi nunca se efectivizan.Y tal vez éste sea el mayor defecto de esta fantasía audiovisual: Es demasiado real.






Esteban Cámara
Santa Fe, 28 de mayo de 2019

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