jueves, 2 de agosto de 2012

Hijos de puta: Infeliz día

Hoy se conmemora en Argentina el "Día del Hijo de Puta" en repudio del nacimiento de uno de los hijos de puta más grandes que han nacido en nuestra tierra: El ex dictador Jorge Rafael Videla, uno de los coautores de la desaparición, torturas, asesinato y robo de bienes en decenas de miles de casos. Así como robos de bebés en 500 oportunidades, encarcelamiento y torturas por pensar diferente y censura y represión para todo un país para aplicar un plan de enajenación de los bienes sociales de los argentinos, destrucción de la industria, concentración económica en manos de sus amigos y de las multinacionales y desocupación y empobrecimiento de las mayorías populares.



Pero no por eso vamos a olvidarnos en este día de otros grandes hijos de puta: Massera, Agosti, Viola, Galtieri y otros integrantes de las juntas militares, así como también quiero escupirles en la cara a los grandes y pequeños asesinos y represores como Menéndez, Bussi, Rolón, Etchecolatz, Brusa, Ramos, Facino (SFe) y otros de los que afortunadamente me he olvidado. 

Tampoco es justo que me olvide en esta festividad tan ingrata de los curas hijos de puta que apoyaron y encubrieron a los asesinos y entra en esta categoría casi toda la jerarquía de la Iglesia Católica de Argentina (dejando de lado a algunos pocos obispos y a algunos párrocos y seminaristas, en algunos casos víctimas de la represión como Angelelli, los Palotinos y las monjas francesas). 

Párrafo aparte para los empresarios y los ricos hijos de puta que instigaron y apadrinaron el golpe y se enriquecieron aún más, incluso apropiándose de empresas e inmuebles robados a sus legítimos propietarios en una mesa de torturas, ni de los políticos radicales, democristianos, demoprogresistas y de otra yerbas derechistas que ocuparon cargos ilegítimos durante esa dictadura caracterizada como dictadura cívico-militar-eclesiástica.

Tampoco me olvido de los medios de comunicación hijos de puta asociados a la dictadura como la vieja Ernestina, que les robó a los Graiver durante la tortura la empresa Papel Prensa junto con los garcas de La Nación y que publicaron encendidas defensas de los asesinos pretendiendo la existencia de una "Campaña Antiargentina" cuando sólo se pretendía defender los derechos humanos. No quiero dejar afuera de este homenaje a otros hijitos de puta más insignificantes como la revista Gente y a su entonces director Chiche Gelblung, lameculos de los genocidas, ni a Fontevecchia, otro defensor de lo indefendible, ni a Kirschbaum y Morales Solá, otros dos bastiones de la defensa mediática de aquellos malnacidos.

Y por último quiero dedicarles un pequeño escupitajo a los pequeños hijitos de puta de hoy, algunos de ellos muy jóvenes. A esos que siguen cayendo como chorlitos en la repetición de mitos como los de los dos demonios o que caen en las campañas de prensa más inverosímiles (liberación de presos para ir a actos políticos, por ejemplo) que aquellos mismos medios y periodistas nombrados en el último párrafo inventan sólo para seguir manteniendo sus privilegios y bienes mal habidos. A ustedes les digo: ¡USTEDES SON LOS HIJITOS DE PUTA QUE AQUELLOS VIEJOS HIJOS DE PUTA HUBIERAN SOÑADO CONCEBIR!





Esteban Cámara
Santa Fe, 02 de agosto de 2012

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