Desde el poder (y sus monigotes de cierta pseudo izquierda) se suele denostar a los movimientos de liberación latinoamericanos con el mote de populismo. Yo, particularmente, le he pedido a varios de ellos una definición sobre el tema y he obtenido solamente silencio, balbuceos y vaguedades vinculadas a la demagogia.
La demagogia consiste en el empleo de la adulación, desinformaciòn y falsas promesas hechas con el sólo objeto de dominar al pueblo en forma tiránica. Ya veremos si esto tiene alguna relación con el populismo.
El populismo en Hannah Arendt y otros politólogos europeos.
Al finalizar la segunda guerra mundial con la desaparición de la amenaza racista, genocida y hegemonista del fascismo, quedaba en pie todavìa, al menos para la visión no menos hegemónica capitalista euro-estadounidense, la amenaza del socialismo soviètico. Es ahì donde aparece Arendt (antigua discípula de Heidegger) para intentar denostar al socialismo, englobándolo en un concepto común con el fascismo. Nace así la definición del Populismo tal cual es manejada actualmente por la hegemonìa burguesa europea y sus afiliados de todo el mundo.
En esta concepción, el populismo nace de la construcción de un enemigo del pueblo que, en el caso de los nazis vendrían a ser los judíos y los socialistas, mientras que en el caso soviético serían los capitalistas, la nobleza y los explotadores en general. Merece mención el hecho de que uno de los enemigos era inventado (el judío como la amenaza de europa... jajajajajj), mientras que el otro es muy real. Pero eso, obviamente, fue conscientemente pasado por alto por los capitalistas euro-yanquis y sus tribunas de doctrina comunicacional. En nuestros días esta definición perturba el desempeño de cualquier fuerza política que se proponga cambiar el status quo.
En este magisterio intelectual, tampoco importa la situación particular de los países post coloniales, como los países sudamericanos. Allí sí, como en el caso ruso, hay verdaderos enemigos del pueblo y de las naciones: el colonialismo y sus aliados oligárquicos internos. Ese enemigo postergó una y otra vez la independencia económica, la libertad individual y nacional y expolió los recursos de esos pueblos. En los países post coloniales, la consigna es brutal: Patria o Muerte, Liberación o Dependencia. A esto es casi imposible que lo entienda el europeo promedio, que ve en el componente nacional de estas reivindicaciones, un toque fascista. Hay que entender a Mariátegui, que ya había explicado el carácter revolucionario del nacionalismo en las sociedades post coloniales.
El populismo segùn Laclau
En las décadas finales del siglo XX aparecen Laclau y otros sociólogos y politicólogos con una definición bastante más comprensiva de lo que es el populismo. En este universo cultural, el populismo pasa a ser entendido como un articulador de todos los antagonismos, lo que es el espacio fundante de la política. DIce Laclau que si no hubiera antagonismo, habría solamente administración, no habría política. Esto es imposible.
Para Laclau, el populismo es claramente una estrategia de relación entre el significante "Político" y el significante "Pueblo".
Ahora bien, habida cuenta de que toda política necesita de una relación con el pueblo (al menos, en democracia) ¿que es lo diferente de "Populismo"?: Los grupos políticos que buscan diferenciarse, por izquierda o por derecha, del populismo se consideran a sí mismos como "Científicos" o "Racionales".
El populismo según Perón:
Yo empecé a realizar esto personalmente desde la Secretaría de Trabajo y Previsión.
¿Cuál era la orientación? La primera regla que yo cumplí fue: decir la verdad y actuar sincera y lealmente, porque sabía que: la masa estaba descorazonada por la falta de sinceridad y lealtad, y por la mentira permanente con que habían procedido los que habían actuado antes que yo.
Le prometían todo y no le daban nada. Entonces yo empleé un sistema distinto. No prometer nada y darles todo. En vez de la mentira, decirles la verdad. En vez del engaño, ser leal y sincero y cumplir con todo el mundo.
Lógicamente, para analizar un problema, leal y sinceramente, no es suficiente con tener la intención, porque muchas veces en la vida no se puede tener la seguridad de si se podrá cumplir con lo que se promete, ya que no se trata sólo de intención, sino también de posibilidades.
Cuando empezamos nosotros a trabajar, recibimos a todo el que viniera, creando una organización que permitía a todos los argentinos, pobres, ricos, malos, buenos, blancos o negros, que viniesen allí a escucharnos.
Yo los recibía a todos, los saludaba y después les decía qué pensaba yo y cómo creía que debían resolverse los problemas.
Si llegaban diez, les hablaba; si llegaban dos, también les hablaba; si eran diez mil, mejor. Así el número fue creciendo, y cuando quise acordarme tenía el predicamento político que yo necesitaba para comenzar a accionar.
Yo siempre prefería, en vez de hablar a hombres, hablar a organizaciones.
¿Por qué? Por la misma causa que cuando uno quiere juntar todas las hormigas, no las agarra de a una, sino que va al hormiguero y las agarra allí. Entonces, yo me dediqué a los hormigueros, con cierto provecho. ¿Por qué? Porque ellos vieron que lo que yo les decía, hacía. Ellos vieron que me traían sus inquietudes y las veían satisfechas. Es decir que yo no era un "macaneador" más. Por lo menos, prometía ser un hombre que hacía las diligencias necesarias para cumplir lo que ellos querían.
(CONDUCCIÓN POLÍTICA, JUAN PERÓN: CAPÍTULO II, CARACTERÍSTICAS DE LA CONDUCCIÓN MODERNA).
El subrayado es mío
Muchos hacen hincapié en este párrafo en el tema de los hormigueros y las hormiguitas. Eso no es lo importante Lo importante es esa pregunta con la cual la política interroga al pueblo. Y hay sólo 2 posiciones: una es la que ya definió lo que el pueblo necesita, lo que el otro necesita. A esta polìtica se la suele llamar polìtica cientìfica o racional.
Mientras que la otra posición, la populista, empieza con lo que es la pregunta fundamental en la politica. Esa pregunta, en un país post colonial, es la pregunta Revolucionaria por excelencia
Esto es el tan denostado populismo. Nada que ver con lo que dicen Hannah Arendt y otros politicólogos europeos. Yo defino al populismo como a lo que interroga al pueblo respecto de sus necesidades y de cómo satisfacerlas, y luego trata de cumplir con ese deseo, convertido en mandato. Los restantes posicionamientos (tanto de izquierda como de derecha, quienes se consideran a sí mismos 'política científica') le dicen al pueblo "Ustedes necesitan esto".
El populismo, en cambio, pregunta "¿Ustedes, qué necesitan?".
Esteban Cámara
Santa Fe, 01 de julio de 2017
El populismo, en cambio, pregunta "¿Ustedes, qué necesitan?".
Esteban Cámara
Santa Fe, 01 de julio de 2017
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