... que me quiero cagar de risa de algo. Me refiero al intelectual y catedrático en universidades yanquis Francis Fukuyama que al filo de la década de 1990 espetó aquella famosa pavada de el fin de la historia.
Luego, en la post historia (jah!), cayeron las torres gemelas, la razón neoliberal empezó a tambalear, aparecieron gobiernos como Chávez, Kirchner, Lula, Correa y Evo Morales, que sacaron de la pobreza a 60 millones de latinoamericanos, vino la crisis del año 2008 y muchas más, en Rusia asciende al poder Vladimir Putin, China se convierte en el país más rico del mundo y desaparece el unipolarismo mundial (¡al fin!). Los soberbios y genocidas amos del norte empiezan a tener problemas en el mundo, mientras el fascismo parece resurgir de sus cenizas.
Parece, en definitiva, que se viene el fin, pero el fin del capitalismo salvaje por vía de la destrucción del medio ambiente, las enfermedades zoonóticas, el calentamiento global y un montón de etcéteras.
Y, que ya no éramos pocos, apareció un nanométrico (con un diámetro del orden de 1/1000000000 metros) y espinoso ente infeccioso, el coronavirus. Este pequeño bicho asesinó ya a millones de personas y enfermó a cientos de millones en todo el mundo. Por estas horas, Europa va por la cuarta o quinta ola. No sé bien porque ya perdí la cuenta. Sí, a pesar de la vacunación y gracias a antivacunas, antibarbijos, plandémicos, terraplanistas y conspiranoicos de diversa índole, hay en el viejo continente una altísima proporción de personas no vacunadas.
Una de las cosas en las que algunos creían a principios y mediados del año pasado era de que debíamos contagiarnos todos cuanto antes y listo: Inmunidad de rebaño. Ja ja, qué imbéciles.
En primer lugar, la inmunidad de rebaño es un concepto que sólo es válido cuando una infección es derrotada por vía de la vacunación, no de la enfermedad y la muerte. En segundo lugar, nunca entendí qué les hacía pensar que con una infección ibamos a terminar inmunizados. La experiencia probó que una persona se puede infectar varias veces y que las sucesivas contagios pueden tanto llevar a una especie de inmunidad personal como a la enfermedad grave y la muerte. Eso, siempre y cuando el virus no continúe activo o latente en la persona.
Por último, era claramente anti ético plantear una solución que significara la enfermedad y la muerte de millones. En Argentina, sin ir más lejos, la teoría de aquellos imbéciles hubiera podido llevar a la muerte a dos millones de argentinos. Imbéciles y asesinos.
El SARS CoV II (así es el nombre oficial del coronavirus, causante de la enfermedad CoViD-19) lógicamente y como todo ser vivo, muta. Muta al replicarse y con una gran constancia, acelerada por el hecho de que es un retrovirus que, como tal, se replica el doble que un virus ADN. Esas mutaciones pueden ser silentes o incluso malas en cuanto a la selección natural, pero en algunos casos puede proporcionarle al microorganismo mayor resistencia frente a los anticuerpos o mayor velocidad de ingreso a las células huesped, entre otros factores favorecedores de la infección.
A finales del año 2021 aparecieron las vacunas, algunas de ellas de tecnología novedosa como la Pfizer (ARN mensajero) o la Sputnik (de vector viral a dosis heteróloga). Todas las vacunas están dirigidas contra la proteína S de las espículas del virus, que es la que produce el ingreso del microorganismo a las células huésped. Las mutaciones, lógicamente, a veces modifican la estructura de aminoácidos de esa proteína y finalmente menguan la eficacia de la unión a la misma por parte de los anticuerpos generados por el organismo humano naturalmente o por vía de la inmunización.
Otra de las afirmaciones infundamentadas de hace un poco más de un año era de que la asistencia a las escuelas por parte de los niños no incrementaba los contagios. Siempre esa frase me produjo mucha risa... y un poco de asco. Por que los niños estaban a salvo (tal vez los niños sanos), porque esto o porque lo otro. Bla bla bla.
Hace algunos párrafos hablaba de la enésima ola en Europa (generalmente relacionada con una de esas mutaciones, la variante delta) y, mire usted, el rebrote vino por vía de los niños, a los cuales hasta hace poco no había vacunas que estuvieran destinadas o siquiera aprobadas (por causa de esa misma novedosidad tecnológica). ¿Y ese contagio adonde se da con mayor frecuencia? Obviamente, en la escuela.
Respecto de mi decisión de no publicar más las entradas de seguimiento del coronavirus, tomada el día 19/11, téngase en cuenta de que en ningún momento hable de que la epidemia estuviera cerca de finalizar o cosa por el estilo. Repito, simplemente se debe a que la provincia de santa fe no publica más abiertamente los informes sobre contagios y muertes diarias. Como agravante, la prensa comercial que era favorecida por su amistad con el gobierno con el aporte de esos mismos informes escamoteados a la población, dejó de interesarse (erróneamente) por el coronavirus y prácticamente no publica nada al respecto.
Nada. Todo. Seguimos en la trinchera.
Apendice: Listado de informes publicados durante este mes de noviembre por la provincia de santa fe (a la fecha: 26/11/2021)
Tomado de la página oficial de la provincia a las 11.20 h del 26/11/2021 https://www.santafe.gob.ar/ms/covid19/partes-e-informes-diarios/. |
Esteban Cámara
Santa Fe, noviembre de 2021