Hace unas cuantas décadas, en una reunión de agrupación de la facultad una de las chicas, de 20 o 21 años anunció que se casaba. Bueno, todo el mundo la saludó, la felicitó, etc.
La amiga (esa amiga dominante y un poco brujilda que a veces a veces hay en las duplas hiperestables de amig@s) me pide a mí, dado que tenía algunos años más que ellos y estaba casado, que le diga a su amiga mi opinión sobre el matrimonio.
Bueno, el que me conoce sabe que peco de excesiva, incluso brutal, sinceridad (si es que esto existe). -Está bien, le dije... No recuerdo todo, pero sí la parte en que hablaba de la inconveniencia de la escasa madurez de ambos (el futuro marido también empezaba a transitar sus veinte), sumado al hecho de que estaban comenzando sus carreras universitarias. Les agregué que si fuera por mí prohibiría los matrimonios de personas de menos de 26 años, que primero es aconsejable recibirse y tener más o menos encaminada la cuestión laboral-financiera. Que a veces las maduraciones llevan por diferentes caminos a la gente, incluso terminando por convertirse en extraños, y eso era más que frecuente partiendo de tan temprana edad.
Otro de mis defectos (tal vez por Asperger) es que no voy controlando las reacciones de mis interlocutores mientras hablo y recién cuando terminé me dí cuenta de que la niña casadera estaba llorando a mares, la amiga-brujilda me miraba como la esposa de Macbeth al anterior rey y el resto de mis compañeros revoleaba los ojos como si hubiera terminado de pisotear un bebé frente a sus ojos. La atmósfera era como si alguien hubiera cometido un crimen ... ¡y lo peor es que era yo!
La futura desposada salió eyectada de la reunión. La amiga, luego de mirarme con una mirada que inequívocamente decía: "Te voy a destripar con mi regla-escuadra de acrílico y voy a colgar tus intestinos como guirnalda en el salón de actos", salió detras.
Uno de los compañeros me vino a recriminar qué por qué le había dicho eso.
-Y bueno, dije, me preguntó...
¿Para qué preguntan si no quieren saber la verdad?
Esteban Cámara
Santa Fe, 4 de diciembre de 2017
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