sábado, 30 de noviembre de 2013

Grinpis y yo

Vaya a saber qué impulso me llevó a asociarme a Greenpeace en aquellos primeros días de 2008, yo tengo esas cosas, no es para nada raro. Bueno, me inscribí fácilmente a través o de la página de internet o por teléfono, no recuerdo bien porque la verdad, fue tan fácil que no me quedó registro en la memoria.

Pagué las cuotas mensualmente a través de mi tarjeta de crédito. Al tiempo, me empezaron a acosar, literalmente, para que aumente la cuota. Todo esto por teléfono, con llamados a cualquier hora, con mayor frecuencia a la siesta, por parte de promotoras bastante hinchapelotas, de esas que vos le decís que no te alcanza la plata y te argumentan que el aumento de cuota te sale menos que los cigarrillos. Y cuando le aclarás que no fumás te salen con que sale menos que tres cervezas y así, tratando de generarte culpa. La verdad, me empezaron a molestar.

Por ese momento me enteré de una campaña sucia que le habían hecho a un ex miembro de greenpeace de España (en ese entonces funcionario de una autonomía), con acoso a su familia, mujer e hijos y con calumnias graves que injuriaron su imagen y honorabilidad.

Al mismo tiempo empecé a notar bastante falta de respeto cuando se referían a la presidenta, un trato chabacano que no correspondía.

También noté que Greenpeace nunca hace nada en el país más contaminante del planeta y parece concentrarse en el tercer mundo, en la amazonia, en áfrica o en el impenetrable chaqueño. Se manifiestan como infectados de la lógica de la clase media, juzgando sólo a los pobres.

Entonces decidí, creo que por mediados o fines de 2009, desafiliarme de Greenpeace. Y ahí entendí todo, entendí cuál es la verdadera naturaleza de esta "ONG" (¿u operadora política?). Cuando me quise borrar, no encontré la forma de hacerlo, a pesar de que la ley argentina que regula las relaciones comerciales y los derechos de los usuarios. establece claramente que las mismas vías de ingreso, la misma facilidad, debe ponerse a disposición de aquellos que quieran desuscribirse. La página de internet para desafiliarse casualmente daba error. Y llamar por teléfono para borrarse daba como resultado la no atención de la llamada. Una y otra vez. Y esto se produjo durante más de una semana hasta que les envié por mail mis quejas. 

Para mi sorpresa me contestó uno de los capitostes, manifestando "no entender nada". Le dije "Ustedes son del mismo tipo de aves de rapiña que las empresas que dicen controlar". No tuve más respuesta, pero más o menos a esa altura conseguí comunicarme y rescindir, por suerte.

Luego sabría que fundaciones y personas ligadas a las empresas mas contaminantes de los EEUU los financian y que las mismas están relacionadas, oh casualidad, a los ámbitos ultraderechistas. No es casual que, en medio de la intentada agresión militar de USA a Siria, Greenpeace haya protagonizado un escándalo mediático internacional de amplia resonancia en los medios del poder corporativo contra una empresa petrolera rusa, justamente cuando Rusia estaba impidiendo el ataque del imperio contra aquel pequeño país del medio oriente. ¿Por qué grinpis denuncia a Gazprom y no, por ejemplo, a Chevron, por el desastre que hizo en la amazonia ecuatoriana

Grinpis: FUCK YOU.




Esteban Cámara

domingo, 24 de noviembre de 2013

Una pequeña semiosis

Hace poquitos días me topé con esta letra de canción romántica y me resultó interesante para demostrar cómo en un texto se puede manipular la forma para decir lo contrario de lo que parece a simple vista que se dice.

La letra de la canción dice, resumidamente, esto:


El tiempo de alejarme me lastima una vez mas,
abrazame un rato,
que no quiero enterarme que esta noche va a pasar,
quiero hacer un pacto.

Seguro vos encuentres quien te quiera de verdad, 
pero no me olvides. 
Yo voy a estar muy lejos, te lo pido por piedad, 
nena, no me olvides. 

Si cada despedida es una roca sobre el mar, 
en este corazón hay muchas piedras. 
No voy a arrepentirme de decirte la verdad: 
cambiaste con tu amor mi vida entera. 

Seguro vos encuentres quien te quiera de verdad, 
porque vos sos libre. 
Yo voy a estar pensando en volver, en regresar, 
nena, no me olvides. 

Maldita sea la duda y la costumbre de pensar 
que no se puede amar de esta manera. 
Yo vivo en la distancia pero puedo regresar 
y amarte cada noche en cada estrella. 

No es acusatoria mi intención, ni contra el autor de este texto ni contra quien lo haya usado, cada uno ve en los discursos algo especial, algo distinto. No quiero que nadie se sienta inculpado con esta semiosis. Yo sólo quiero poner de relieve con ella algo que está ahí aunque no parezca a simple vista.

La canción, romántica, empieza avisando de una despedida que se manifiesta como no grata, "El tiempo de alejarme me lastima una vez más...", ¿verdad?

Veamos: Un elemento revelador es la frase: "yo voy a estar pensando en volver, en regresar", pero más adelante pone en evidencia la realidad: "Yo vivo en la distancia pero puedo regresar
y amarte cada noche en cada estrella". Esta frase dice claramente, más allá de lo declamado al comienzo, que va a volver, pero sólo como efluvio, 'astralmente' (sic), etéreamente, no físicamente. O sea, no va a volver... 

Me llamó bastante la atención el "hagamos un pacto", no supe en un principio de qué pacto se habla, pero supongo que tiene que ver con "abrazame un rato". O sea el trato es, yo me voy, no me hagas quilombo, dame ternura hasta el último segundo.

En alguna parte dice: "Seguro vos encuentres quien te quiera de verdad", o sea, está diciendo que él (o ella) NO QUISO DE VERDAD. Esto es lo más fuerte.

Éste texto me parece importante en este mundo posmoderno y con graves intentos de colonización del subconsciente, de tergiversaciones y manipulaciones del sentido que se hacen desde los medios del poder corporativo como ejemplo de cómo las formas del lenguaje pueden ser "trabajadas" para que terminen aparentando decir algo que es opuesto a lo que en realidad dicen.

En la canción, la frase "no me olvides" se repite agotadoramente, pero realmente, en lo profundo de su significado, el discurso dice "olvídame".




Esteban Cámara

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Al Qaeda y Estados Unidos

Vamos a hacer un par de definiciones previas:


Acto de falsa bandera: es una acción militar, terrorista, comercial o publicitaria en donde un grupo, nación o empresa actúa bajo una denominación (o bandera) ajena para incriminarlo o justificar una "represalia" o, lisa y llanamente, una agresión.



Ejemplos de esto son los fabricados en 1939 por el ejército nazi y adjudicados al ejército polaco para justificar la invasión del país eslavo, hecho que marcó el comienzo de la segunda guerra mundial y en 2005 en Basora, cuando la policía iraquí detuvo a soldados británicos del Regimiento de Reconocimiento Especial. Los soldados británicos dispararon a fuerzas de seguridad iraquíes e intentaban colocar bombas simulando ser terroristas.



Colateralidad permitida: A este tipo de actos no recuerdo bien el nombre que llevan, pero es cuando alguien sabe que su enemigo va a atacar y lo deja hacer para después justificar una represalia. El gobierno de los Estados Unidos sabe mucho de esto porque los utilizó para polarizar a su opinión pública facilitando su ingreso a la primera y segunda guerra mundial.



Las primeras noticias que tuve sobre Al Qaeda datan de 1998, con el ataque a las embajadas de EEUU en países africanos (Kenia y Tanzania) y otros por el estilo. Previo a esto, más tarde lo sabríamos, el gobierno yanqui había financiado y dado cobertura logística, instrucción e tutti quanti a Ossama Bin Laden, luego líder de Al Qaeda en Afghanistán para la lucha contra los soviéticos desde la década de 1970 en adelante. Allí nació Al Qaeda. ¿Es posible que tantos contactos y buenos recuerdos entre el árabe y los yanquis se hayan perdido?



Luego vino en 2001 el famoso ataque de las Torres Gemelas, en el cual pienso detenerme:



En ese preciso momento una delegación de la familia del líder de Al Qaeda (Bin Laden) se encontraba de visita en EEUU negociando al más alto nivel, mientras que el presidente yanqui se encontraba fuera de la Casa Blanca (y en Florida, a miles de kilómetros de Washington), uno de los presuntos objetivos. Hmmmm, demasiado mala la inteligencia de Al Qaeda para planear esos atentados justo en esos momentos. Otro hecho curioso es cuando (vean el video) un asistente entra y le avisa al presidente yanqui Bush (en ese momento en un aula de escuela) que un avión se estrelló contra nada menos que una de las torres del World Trade Center y Bush ni siquiera se muestra sorprendido, apenas parece tan bobo como de costumbre. Sin embargo, con el país bajo ataque, permanece con los niños de la escuela de Miami, sin inmutarse. Luego le avisan del segundo avionazo y ahí sí, emprende la huída. ¡Malhaya, ni que lo hubiera estado esperando! 



Estos "atentados", bastante singulares a su vez desde el punto de vista de la ingeniería de las demoliciones, dieron lugar al comienzo de varias guerras de las cuales resultó que empresas yanquis (Halliburton, por ejemplo, del entonces vicepresidente Dick Cheney) terminaron, casi 'como sin querer' (jeh) dueñas del petróleo de países del medio oriente. 



Por estas razones muchos han sospechado, incluso desde dentro de EEUU, que el derribo de las torres fue o bien un acto de falsa bandera o una colateralidad permitida.



Otro hecho notable es que Al Qaeda nunca se metió con Israel...

Hmmmm. ¿Seguro? Sí, seguro. Jamás se metió (más allá de la retórica) con el que teóricamente es su enemigo principal. Prefieren atacar en Libia y Siria, por ejemplo (cuando estos países están o estuvieron contra EEUU). Hmmmm, que cosa, che.


Bueno, el caso de Siria es paradigmático. Las milicias afiliadas a Al Qaeda, principales sospechosas del ataque con gases que la prensa occidental adjudicó al gobierno de Assad, libran esta guerra afín a los intereses de EEUU.... Hmmmmm



Y ahora, por último, Al Qaeda se dedica a bombardear embajadas de Irán, otro enemigo de EEUU.



Eh, muchachos, ¿y al enemigo sionista?



¿No es demasiado?




Esteban Cámara

lunes, 18 de noviembre de 2013

La manzana

Entro a una verdulería cerca de mi casa, unas cuadras al este, al borde de la parte concheta de la ciudad. Había un par de personas adelante mío, un hombre mayor que enseguida pagó y se fue y una señora muy mayor que me resultó algo conocida. Tremendamente anciana pero muy vivaz y de voz penetrante, petisa y gordita con un sombrero feo, tal vez más feo que los de la reina Isabel, si es que es posible. Me quise morir, otra vez me volvía a cruzar con la benemérita, el portaaviones insumergible de la más rancia derecha iletrada y fanática, Ernestina Anunciación Irigoyen Freyre y San Jerónimo de Iturraspe y Las Heras, quinto piso al este.

Me hice el boludo, ya la otra vez me había reconocido. Empezó con su retahíla de quejas y monsergas respecto de los tiempos modernos. Parece que para ella todo fue una mierda desde Pío XII El verdulero ya ponía cara de mártir y posible suicida. Miraba con cariño las chauchas ballina como sopesando si aguantarían su peso colgando de una viga por el cuello. Sin embargo, resiliente, sólo suspiraba.

Ella le preguntaba los precios de todo y amenazaba darle un soponcio con cada uno de ellos. 

- ¿La papa a 2 kilos por 12$? ¡Qué barbaridad!

- ¿La cebolla a 2 kilos por 9$? ¡Adónde vamos a llegar!

- ¡19 el kiwi! ¡Die-ci-nue-ve-pe-sos-el-ki-wi!, aullaba enardecida como si la hubieran violado con una berenjena. O peor.

Entonces empezó la catarata.

- No ves, esto es lo que pasa con estos montoneros en el poder. Les dan a las negras guita por cada hijo que paren. Han jubilado a gente que no hizo aportes. No permiten la libre importación de los artículos que son imprescindibles para la gente de clase. Ahora encima les dan crédito para casa a cualquiera, como si el banco de mi nieto que se los daba al 45% anual fuera caca. Y han agarrado nuestros ahorros jubilatorios para su politiquería barata (una pequeña digresión: yo sé bien que Enriqueta es dueña de la mitad de algún departamento del centro oeste santafesino, soja de primera y que jamás aportó ni un solo centavo a ninguna caja de jubilaciones). Y así, una y otra vez.

Repitió, insistió como mil veces con que encima metieron en prisión a gente buena como massera, videla y astiz, "así todo el mundo les tiene miedo y ellos se hacen su agosto".

Atrás mío se fue formando una pequeña colita. Nadie intervino ni le dió la razón, lo que fue raro en ese barrio. Yo cada vez que la vieja me miraba buscando aprobación yo daba vuelta la cara, como si controlara que no me roben el auto que no tengo. No quería que por nada del mundo la vieja me volviera a reconocer. Sé que tiene buenos contactos con la mano de obra desocupada de los servicios y ... uno nunca sabe.

Cuando parecía que la catarata de quejas no se iba a terminar más y algunas personas se fueron a navegar verdulerías más propicias, el verdulero hizo un pase de magia. Sin dudas que el hombre era un genio. 

Al ver que la vieja se interesaba en las manzanas, a la sazón en 15$ el kilo, le dijo: 

- Le dejo dos kilos a 20$.

Enriqueta paró con su sermón, sonrió y un destello dorado relumbró en la cavernosa boca. Asintió casi sin poder hablar de la alegría. Pagó y se fue rauda, arremolinando las patitas regordetas como en los dibujitos animados, no sea cosa que el verdulero se arrepienta.

Me dieron ganas de aplaudir al genio. El tipo me miró como reconociéndome, sabedor de que yo sólo, en todo ese barrio, podía apreciar su magistral truco. Creí ver en su perfil un reflejo de Discepolín y unas mandíbulas parecidas a las de Jauretche.

Así es nuestra burguesía, lloriquean, rebajan, desprecian y cansan ... hasta que consiguen una manzana de ventaja. Ese verdulero genial nos ahorró horas de perorata deprimente. Vaya mi admiración en estas líneas.

Esteban Cámara
Santa Fe, 18 de noviembre de 2013

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Tecnópolis, 02112013


Un shock cultural

El sábado 02 de noviembre de 2013 a las 05 de la mañana la cita era en Bulevar Gálvez 2946, sede de la agrupación Paco Urondo. Desde allí, Marcos organizó el viaje a Tecnópolis, una feria de ciencia, tecnología, industria, agro y otros contenidos que se viene realizando desde 2011 en Villa Martelli, Gran Buenos Aires, Argentina.

Partimos a las 5.45 por algunos demorados y llegamos a las 11.15 a Villa Martelli. Esperamos hasta las 12 (funciona de 12 a 20 hs.) que se abra el predio y entramos.

Lo primero que me atrajo fue el cartel de Peter Capusotto.
Entrada al sector Peter Capusotto, un ídolo.


Bombos del 73 (Bombita Rodríguez)
Esteban Montonauta (Bombita Rodríguez)

Único afiche que quedó de la "película" pornomontonera Orgasmo Peronista, con Isabel Sarli y Bombita Rodríguez (el Silvio Rodríguez/Palito Ortega de la tendencia)

Living Violencia Rivas


Micki Vainilla, el racista amanerado que sólo quiere "Pop, pop para divertirse"
Nazi y gato de la suerte, las mascotas de Micki Vainilla, el nazi-pop.
El jipi y la jipa cultivando sustancias alucinógenas, en la explicación del policía.

Luego fui a Rockópolis, pero no saqué fotos, se ve que todavía estaba shoqueado por Peter.

Luego me fui a comer algo porque estaba sin desayunar y a mí los viajes me dan hambre. Párrafo aparte para la comida: es la gran falta del parque, comida cara, escasa y chatarra. No hay opciones americanas, no se vende chipá, torta asada, tamales, asado, empanadas (bueno, a las perdidas algo había de empanadas). No creo que sea demasiado pedir un stand boliviano, otro peruano, chileno, brasileño, paraguayo, cubano, etc. Lo mismo, al menos una a la vez, de las cocinas regionales de nuestro país. El alimento también es cultura y el loable propósito revalorizador argentino y latinoamericanista del parque se pierde un poco cuando la gente sólo le das la opción de comer hamburguesas y panchos (que también las debe haber, son una realidad, pero no predominar de esta manera).

Pasé por el stand del Ministerio de Defensa pero no pude acercarme mucho por los malos recuerdos de los setenta. Igual, saqué algunas fotos desde afuera.


El todoterreno "Gaucho" y un tanque argentino, cuyas fabricaciones fueron suspendidas durante el neoliberalismo porque nosotros en ésa época, eramos "bobos", como mandaba el imperio.

Cerca del lugar de la CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales), el enorme cohete Tronador, orgullo de la aeronáutica argentina, propulsor de los lanzamientos de satélites.


Tronador
Algo de la parte de Producción:


Cultivo hidropónico variado
Barco pesquero.
Acuario (siempre me atrae el agua y su relación, tal vez algo ancestral).


Bogas (Leporinus obtusidens), (un manjar)
Lenguado
Tiburón
Pacú, Piaractus mesopotamicus (¡exquisito!)



¡Ah, ese tirón ancestral del mar y el río!

Muy interesante resultó la parte de los pueblos originarios, hasta con cuentista.


Vestimenta Mocoví maculina, ceremonial. El pueblo mocoví es de mi zona, norte de santa fe y chaco. Mis hijos tienen sangre de esa etnia.
Placa resumen de los atuendos expuestos
Americano originario (¿mapuche?)
Mujer originaria y telar


Máscara mapuche de plata

Máscaras ceremoniales Selk-Nam, de asombroso parecido con las del Ku Klux Klan...
¡Ay, si nuestros originarios se hubieran dedicado menos al arte, la astronomía y la agronomía (desarrollando la papa, el maíz, el tomate, el pimiento, la batata, la quinoa y otros cientos de productos que salvaron de las hambrunas tantas veces a Europa) y un poco más al desarrollo de técnicas de guerra!...

YPF
Bomba de varilla, bomba de viga o cigüeña petrolera YPF
Luego de una espera de 45 minutos pude entrar al simulador de descenso vertical de YPF, con el casi único objetivo de traerme el casquito. Salí a las 7.15 (15 minutos después de lo que nos habían dicho que debíamos estar en el parque de estacionamiento abordando el colectivo. Al llegar 7.20 no estaba el colectivo y terrible susto. Pero toda la gente estaba esperando en el acceso al predio y el chofer recién llegó a las 8.10...
Casco YPF
Tal vez el bien más buscado por mí era la parte de la evolución humana, a la que llegué a eso de las 15.30. 


Calco de uno de los bisontes de la cueva de Altamira (España).

Me quedó una sensación de que podrían haber desarrollado más el tema...

Industria


Bicicleta eléctrica argentina y tabla longboard

Impresora ·3D Argentina

Productos 3d de la impresora

Impresora 3D
Me ví el Musical de zamba, con el General Jose de San Martín, me divertí un montón con las exclamaciones del piberío al ganar alguna batalla, festejando como si fueran goles.

También ví las réplicas de dispositivos de Leonardo DaVinci
Bombarda

Carroza de guerra

Tanque de guerra
El parque de los dinosaurios fue increíble, con docenas de "animales" animados, de los que pongo sólo una foto porque hay que verlos.

Y una también del cuerpo humano




No pude entrar al simulador de vuelo de Aerolíneas Argentinas porque había una cola de dos cuadras y media. Más o menos 3 horas (y eran más de las 18 horas).

Yogurito: en Tecnópolis hay una planta que elabora yogur "denserio" y regala al público. ¡EXQUISITO! Es el mismo yogur que reparten a los comedores escolares de Tucumán.

En fin, en 7 horas y media creo que no alcancé a ver ni el 40%, tendré que ir el año que viene... y dos días.
Tecnópolis se despidió al día siguiente, ¡hasta el 2014!


UN SHOCK CULTURAL: Ésto también es hacer patria, es querer ganar la batalla cultural, luchar contra la colonización de la subjetividad y el neocolonialismo mental de "nosotros no podemos", "el mundo se nos caga de risa", "ellos son más", etc.







Paco Urondos en Tecnópolis
Un agradecimiento especial al organizador del viaje, Marcos Salva y a la agrupación Paco Urondo de Santa Fe, muy agradable el viaje y muy buena compañía.


Esteban Cámara

Santa Fe, noviembre de 2013

martes, 5 de noviembre de 2013

Santa Fe, aumento de impuestos

SANTA FE

Martes, 05 de noviembre de 2013

La provincia anunció una suba en los impuestos por la inflación

Para el gobierno es una “actualización”, necesaria para mantener inversiones y la política salarial en un contexto inflacionario. Sorpresa en la oposición.

Ésta es una de las dos únicas políticas de esta gestión (Binner-Bonfatti) desde que asumieron en 2007. La otra es el aumento de sueldos y reconocimientos de gastos a funcionarios políticos, pero a ésa no la publicitan. Como dato adicional, introdujeron nuevos conceptos (gastos de alimentación, o algo así) para que puedan currar los funcionarios radicados fuera de Santa Fe.


Lo que no dicen estos hdp es que con la inflación aumenta proporcionalmente la coparticipación y la recaudación de ingresos brutos. IB es la principal fuente de ingresos propios de la provincia. Con estos incrementos de recaudación o coparticipación no es necesario aumentar los impuestos. 

De hecho, la Nación no ha aumentado ningún impuesto en más de 10 años (y la inflación es la misma). 
Pero una parte importante de los santafesinos es de clase media-alta y no se da cuenta de, o no le importan, estas cosas. También es cierto que ninguna gestión repartió tanto al periodismo como ésta. Realmente, el gremio y empresas periodísticas santafesinas viven un tiempo de jauja. No hay ni un sólo medio periodístico que muestre a la población las cosas como son. Eso explica en parte los resultados provinciales y municipales.


En la ciudad de Santa Fe vuelve a ganar el radicalismo (no casualmente aliado del gobierno provincial). Aquí, directamente, el ejecutivo provincial incluye un aumento "per se" de un 40% anual (ninguna estimación de inflación, por exagerada que sea, supera el 25% anual). Y lo hacen ignominiosamente porque no hacen obras, ni mantenimiento de calles (lo poco que reparan es a base de créditos). Salvo algunas pinturitas y reparaciones de sus propias oficinas, a las obras todavía las estamos esperando en los barrios. Ellos parecen pensar que la ciudad tiene como límite oeste a Av. Freyre y como límite norte a Salvador del Carril. Todo lo hacen para el centro de la ciudad y Guadalupe Este.

Claro, los turros ni locos se aumentan el inmobiliario rural que los afectaría a ellos y a sus amigotes. Ni hablar tampoco de las valuaciones rurales que están en menos de un 10% de sus valores reales.

Al par de todo esto los cargos de funcionarios políticos, tanto provinciales como municipales se han sextuplicado. Y no aumentan más porque se quedaron sin amigos o parientes para ñoquizar.

Cada vez más me da la impresión de vivir en una provincia de giles.


Esteban Cámara
Santa Fe, 05 de noviembre de 2013

lunes, 4 de noviembre de 2013

Accidentes

Mi último accidente en la moto fue el primero de septiembre de 2002. He tenido sólo tres accidentes de alguna consideración en treinta años de moto, ninguno de ellos requirió internación y jamás ocurrieron transportando a alguien. Ningún pasajero mío sufrió jamás ni un rasguño.


A las siete de la mañana de aquel día venía por calle San Jerónimo hacia el sur más o menos al 4500, al lado de un Duna rojo. Al querer pasarlo, acelero y en una parte muy oscura de la calle veo a pocos metros un montículo de escoria para construcción. No alcancé a frenar y perdí el control de la moto, pasando por encima del montículo y volando-arrastrando por el piso casi hasta la otra esquina. Me levanté con la intuición de que no me había pasado nada y así era. Tenía puesta ropa especial para accidentes. Los borceguíes habían salvado a los pies de los raspones. El jean soportó el rigor, salvo por un molesto pero mínimo rasguño en el culo. Por suerte tenía puesta la campera de cuero motera, bien gruesa y con parches en los codos, espalda y hombros. Sobre todo sufrió la arrastrada el parche del codo derecho pero gracias a ella no sufrí absolutamente ninguna consecuencia entre la cintura y los hombros. A las manos las protegieron los guantes de cuero gruesos, que quedaron con grandes marcas del pavimento. Se ve que apoyé las palmas al deslizarme varios metros por sobre el cemento. Y el casco quedó totalmente rallado, incluso en el visor. En cambio, los anteojos y la cara, indemnes.



Al levantarme, la gente del Duna que paró a ver no me podía creer que no me hubiera quebrado nada. La moto perdió un guiño y un espejo, ganó una trilla en la carcaza de la luz principal y se le dobló y marcó el lado derecho del manubrio. Levanté la moto y la puse en marcha. La llevé hasta el taller del que era entonces mi mecánico, que estaba a cerca de un quilómetro de allí. Y se la dejé, no sin antes rogarle que la tuviera lista antes del viernes que era el encuentro de motos de Diamante. De ahí me volví a mi casa caminando, nada de trabajar ese día. En el camino, las desgracias se suelen juntar, me mordió un cuzquito traicionero que salió del pórtico de una casa. Protegido entre los borcegos y el grueso pantalón, afortunadamente, no dejó ni marca. El viernes la moto estuvo lista, con manubrio nuevo y pude ir a Diamante. Fué el más leve de los leves accidentes que he tenido hasta ahora.



A mediados de enero de 1998 fui a sacar los certificados de salud mío y de mis hijos para la pileta. En esos días íbamos a Amsafe con la Coca, Ana, Néstor y sobrinos. Como tenía muchos contactos todavía en el hospital Cullen fui hacia allí. Terminé el periplo por odontología, cerca de la sala de rayos y fui a buscar la Kawasaki, apurado porque no me cierre el registro de la propiedad para pedir un duplicado de la tarjeta de identidad del vehículo, perdida algún tiempo antes.



Arranqué desusadamente fuerte pero no le había sacado la traba de volante a la moto. La moto, encerrada en un círculo obligado por la restricción al movimiento del volante actuó como una centrífuga, un chicotazo, y me despidió. No recuerdo nada hasta que estuve en una ambulancia entrando al hospital, supongo que un golpe en la cabeza. Me había accidentado a 15 metros de la entrada de la sala de guardias...



Al moverme sentí un pinchazo doloroso en la clavícula y supe al instante que me la había quebrado. Eso le dije al médico que me revisó y el tipo me miró incrédulo y me mandó a la sala de rayos. Al entrar, en silla de ruedas, una señor se ve que recordó mi cara y dijo: ¡Ése estuvo recién por acá! Siempre haciendo el pavote, yo.



Mientras esperaba la radiografía mandé mensajes con el celular a mi hermana para que me busque con mi cuñado en el auto y al trabajo para que Eduardo se lleve mi moto y no me la roben.



La radiografía confirmó mi 'diagnóstico' y me mandaron a enyesar. Creo que mientras esperaba aparecieron mis auxiliadores, hermana y amigo. 



A Eduardo, que se mostraba evidentemente inquieto por la responsabilidad de conducir una moto tan grande y desconocida, le dí las llaves y le expliqué algunas cosas. Se recomendó a sí mismo, acertadamente, tener cuidado con el acelerador porque la moto tiene 58 caballos de potencia y 230 kilos de peso, una relación que mete miedo. Yo le había contado más de una vez que la rueda trasera tiembla y amenaza descontrolar la moto cuando acelerás en piso no muy firme como el del ripio o el cemento húmedo. Ana María se quedó hasta que me fabricaron el "ocho" de yeso que va en la espalda, trabado entre los brazos.



Luego me fui a su casa a pasar los primeros días, como si fuera un hospital. Poco antes, la casa había sido el refugio de mi cachorrita Sol, también quebrada. Mis sobrinos me cargaban porque debían cortarme la comida, como poco antes yo a ellos. A los cuatro días se fueron de vacaciones y me llevaron a mí, a Sol y a su mamá Aimé a mi casa. 



Este fue el segundo accidente en gravedad, también muy leve.



Casi exactamente un año antes, un 26 de enero de 1997 yo volvía a eso de las 12 de la noche de la colonia de Vacaciones de Amsafe adonde pasaban el verano mis hijos y sobrinos. Era el día del campamento y habíamos estado esa noche de tertulia con los niños, Ana, Néstor, mamá Coca, mi hermano Guillermo (cosa rara y tal vez la última vez que se involucró en asuntos de familia) y yo. Martín (que no quiso quedarse a dormir en carpa) y Matías (demasiado chico para quedarse) se iban a volver con su mamá en colectivo. Mamá y Guillermo harían lo propio un poco después. Yo me retiré primero. 



En ese entonces la ruta 168 que une a Santa Fe con Paraná estaba en reparación por los destrozos causados por una creciente anterior y la mano Norte estaba totalmente clausurada. El tránsito hacia Santa Fe se fundía en la mano sur, transformando la alguna vez autopista en una ruta común. Yo venía con unas antiparras de no muy buena visibilidad, un poco distraído y no vi que me metía en la mal señalizada calzada cerrada. Por suerte no iba muy fuerte, tal vez a unos 70 km/hora, pero en el piso había tirados varios tramos de guardarraíl (con la parte reversa hacia arriba), la rueda delantera se metió en ese surco y, obviamente, perdí el control de la moto. Caí fuertemente al piso y arrastré muchos metros por la tierra. Me levanté al instante, sentía raspones por todo el cuerpo pero ningún signo alarmante, ningún pinchazo de hueso quebrado. Busqué encender la moto mientras la gente de los autos pasaba mirando con cara de bobos y sin intentar ayudar, como es costumbre. Encendió y vi que no tenía casi daños, salvo el hermoso carenado que le había puesto hacía poquito, al que se le había hecho añicos el parabrisas acrílico. Me subí, sintiendo ardor en los codos, hombros, espalda y rodillas, pero supuse que no era nada del otro mundo. Estaba oscuro pero creía no tener nada: arranqué. Pocos kilómetros adelante, sobre el puente Oroño que cruza la laguna Setúbal empecé a notar que cada tanto una caricia tibia aliviaba el ardor de mi rodilla izquierda. Ya sobre el puente miré mi antebrazo izquierdo y vi una herida como de 15 centímetros en la parte interior. Por debajo de una capa mas clara de tejido conectivo se veía el músculo, más oscuro. 



Ahí decidí ir al hospital Cullen, en vez de al departamento, como pensaba. Luego de una corta espera en la guardia, deben haber sido más o menos las 0.30, y de saludar al personal que por esa época todavía me recordaba de mis años como técnico de laboratorio allí, pasé al consultorio. El médico me lavó durante media hora con solución yodada, luego de anestesiarme. La herida era muy sucia y salía de adentro tierra y piedritas. La sensación del líquido corriendo por adentro de mi brazo era por momentos agradable pero, en el instante siguiente, insoportable.



Luego me cosió con 17 puntos abiertos, para permitir que la herida supure porque como ya se dijo, era muy sucia. Más otro puntito para el codo, aislado de los demás. Me pusieron una venda, ceñida. Salí como a las dos y media de la madrugada y me subí a la moto, no la quería dejar allí y no sabía cuando la iban a poder llevar. Nadie se dio cuenta. La puse en marcha y salí manejando, con ayuda de la anestesia que tenía mi antebrazo y me dirigí hacia el parque sur, hacia el departamento que habitaba, mi vieja casa familiar. 



En el camino encontré una farmacia abierta y paré a comprar el suero y anticuerpos contra el tétanos que me había indicado el médico (tetabulín). De allí me llegué hasta la cochera, a una cuadra y media de mi casa. Subí al departamento, mamá leía y la saludé sin decir nada. 



Al otro día al levantarme había una enorme cucaracha sorbiendo la sangre del vendaje, la espanté. Busqué algodón y alcohol y me puse el antisuero y la inmunización del tétanos, uno en cada pierna. noté con sorpresa el increíble reflejo de autodefensa que me atenaceaba la mano. Finalmente, venciendo la resistencia de ese reflejo ancestral, pude inyectarme los fármacos en los muslos. Ese día no fui a trabajar y, en el desayuno, le avisé a mamá y a Guillermo del accidente. 



Estuve un mes y medio sin ver la moto hasta que, finalmente recuperado, me subí a ella y la puse en marcha. Luego le quité el carenado ya bastante maltrecho, y la lavé. Amo a esa moto, es más que un objeto. Ojalá hubiera encontrado gente tan fiel como ella en mi vida.



Éste fue el accidente más complicado. ¿Vieron?, no es para tanto el riesgo de las motos, hay que manejar "a la defensiva", dando por descontada la desaprensión de los demás y no confiarse.








Esteban Cámara
Santa Fe, 04 de noviembre de 2013

viernes, 1 de noviembre de 2013

Ushuaia finge el orgasmo, Santa Fe finge el amor

Este es el primer videoclip que realizo. Tiene algunos problemas. La canción es de El Soldado, ex plomo de los redondos que hace un rock sencillo y efectivo. Al tema no lo encontré más en la red, aparentemente no fue publicado y ni siquiera sé si se llama así. Me gusta porque es directo, barrial, nada intelectual y contiene imágenes muy vívidas ('sos la reina de la nieve más gigante').

Una de las razones para publicar esto, además de difundir al artista, es que me ayuden a ubicar bien el nombre del tema, así que espero sugerencias.

Enlace al video en Youtube

Ushuaia finge el orgasmo, Buenos Aires finge el amor.
(Disculpas por el chistecito del título, era para llamar la atención)

Mi menor consuelo: no reparar en un sol de fuego
Sólo agranda mis miedos

Si te cuento ya que no me mato más por lo que quiero
Y a tu amor falso lo entierro

Ya no puedo soportar
Que descanse mi pesar
Que termine esta fiesta
Que es tu carnaval
Soy tu momo principiante
Sos la reina de la nieve más gigante
Tu piel intenta matarme, matarme.

Y te lleno de reproches
Y te vigilo en la noche, para buscar la verdad.

Y a la noche cuando vuelves
Me ato las venas para olvidar
Para curar esas heridas que hacen sangrar mi pulgar
Esa maldita línea que extraña mi anular.

Esa pelea de perros…

Ella no transpira más
Las noches son infinitas
Me acuerdo de esa hermosa mañana
Cuando te querías suicidar
Me contabas que lo pensabas
En verdad, no te pensaba frenar

No te pensaba frenar




El Soldado




Rodolfo Luis González, asistente de los redondos llegó un día a un ensayo con las huellas de la colimba en el cabello y el Indio Solari lo bautizó como El Soldado. Tiene publicados varios discos con su banda: Tren de Fugitivos (1996), Alas Rotas (1998), De cardo y clavel (2000), De Catalogo (2004), Visiones de un rompecabezas (2006). Hay un tema de él que es casi de culto: El ángel de los perdedores, con la voz del Indio y vuelos de guitarra de Skay Beilinson..