viernes, 15 de noviembre de 2024

Sobre crímenes y errores

Al llegar Joseph Fouché (Ministro de Policía de Francia) a una reunión de gabinete napoleónico en 1804, viendo la agitación y las quejas de sus cumpas de gabinete (qué crimen!, decían) respecto de la ejecución del Duque de Enghien, les dijo: Il a été pire qu'un crime, il a été une erreur (es peor que un crimen, es un error). A esta frase, muchos se la adjudican erróneamente a Talleyrand. El Jefe de todos ellos, Napoleón, había hecho asesinar al Duque, acción de la que asumiría la autoría sin la menor duda. 

 

Fosas comunes luego de destrucción de un hospital palestino por parte de las IDF Fuente: https://heraldorojo.org/2024/04/26/gaza-reveladas-fosas-comunes-en-hospitales-tras-una-operacion-genocida-de-las-idf/

En este marco conceptual, me interesa abordar los actos genocidas de Israel en Gaza, Cisjordania y El Líbano, perpretados abiertamente por sus Fuerzas de Defensa (IDF), cuya ejecución se ha llevado las vidas de más de 40.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, con la excusa de eliminar a unos 1.500 terroristas de Hamás y Hezbollah.

Los que me conocen saben que desde que me intereso en la política, mediados de 1973, siempre proscribí a la violencia como una herramienta política. Puede aceptarse como una herramienta de defensa propia frente a una agresión que ponga en riesgo la supervivencia  o la dignidad humana, pero no como una herramienta política. He tenido grandes discusiones por este tema con amigos y familiares que en su mayoría ya no están, granjeándome la acusación de cobarde por negarme a participar de, y condenar, hechos armados contra el gobierno de Perón o acciones suicidas como la contraofensiva montonera. 

No obstante, de existir una necesidad revolucionaria asumida por la mayoría del pueblo como ocurrió durante la sangrienta dictadura de Batista en Cuba, mi parecer cambia. Esto se debe al supuesto de necesidad de supervivencia antes mencionado, así como se da en los casos de ocupación violenta por parte de una potencia colonial. 

Esta defensa que postulo, excluye explícitamente al terrorismo, el asesinato o el secuestro de civiles, los atentados indiscriminados a objetivos civiles y actos similares. Hamás cometió varios de estos crímenes el año pasado y no los avalo, por el contrario, los condeno firmemente.

Pero las acciones de las IDF en los últimos años, particularmente en el gobierno de Mileikowsky-Netanyahu son igualmente abominables e inadmisibles a mi juicio.

No obstante, volviendo a la frase de Fouché, no me interesa la moralina burguesa. Creo que por sobre todas las cosas, las acciones de la Israel de Benjamin Netanyahu son erróneas y, si realmente quiere terminar con el terrorismo, está engendrando muchos más terroristas de los que elimina. Sus acciones, propias del terrorismo de estado colonialista contra la población civil, hospitales, profesionales de la salud, cascos azules de la ONU, integrantes de organizaciones humanitarias, etc., están produciendo tal vez 100.000, o más, nuevos activistas violentos. Una ratio de 100 nuevos combatientes por cada uno eliminado.

Un problema no menor de los genocidios es que son tremendamente ineficientes. No les funcionó a los turcos, tampoco a los nazis. A propósito, nadie hizo tanto por reivindicar al nazismo como Netanyahu.

En comparación, la invasión de Rusia a Ucrania, que tampoco avalo, ha producido una cantidad infinitamente menor de víctimas civiles. A contrario sensu Rusia y Putin son considerados por la prensa del mundo libre y civilizado como delincuentes y criminales violentos. En fin, la hipotenusa.

Como colofón, postulo que la moralidad nunca debe estar en el centro de la acción política, sino en sus márgenes, configurando un límite.

En política, una cosa es peor que un crimen. Esa cosa es un error.



Esteban Cámara

Santa Fe, 14 de noviembre de 2024

jueves, 14 de noviembre de 2024

¿Son o no son?

Hace un par de días (11/11/2024), un streamer santafesino compró su participación en un compromiso deportivo oficial de un equipo de la liga profesional argentina de primera división. Ingresó al campo de juego con el primer equipo, fue incluido en la planilla oficial, escuchó el silbato de inicio como parte de la escuadra titular y luego de menos de dos minutos de comenzado el encuentro y sin haber llegado a tener contacto con la pelota, fue reemplazado por un jugador profesional.

El equipo en el que debutó se hizo conocido recientemente por entrenar de madrugada a metros de un antro de diversión nocturna en una playa, ser propiedad particular de un sujeto de antecedentes discutibles (en teoría, las entidades deportivas argentinas deben ser de propiedad colectiva igualitaria respecto de los derechos de sus asociados), haber sido beneficiado por fallos arbitrales que le permitieron ascender desde la cuarta categoría a la primera división del fútbol campeón del mundo en años consecutivos y otros aspectos de apariencia cuando menos polémica. 

El streamer, Spreen (un gamer de minecraft seguido por una enorme cantidad de visualizadores), es auspiciado por una empresa de fabricación de un líquido energizante cuya salubridad está puesta en duda, la cual sponsoriza igualmente a la entidad deportiva. 

Lo que motiva estas líneas es que varios actores deportivos que han sido recientemente muy calurosamente elogiosos con el gobierno actual de la argentina (jugadores de selección, el dt de la misma, jugadores profesionales y ex jugadores, periodistas, etc.), autocalificado como liberal-libertario, han criticado indignados el hecho monetario-deportivo del streamer en un partido de futbol profesional.


Ahora bien, ¿existe alguna coherencia entre elogiar a una gestión de gobierno liberal que hambrea a los niños, llevando a la pobreza al 60% de los mismos, que le quita dignidad, medicamentos y alimento a los que trabajaron y aportaron toda la vida y cuando protestan los gasea y apalea a voluntad sin que los medios de comunicación (tan republicanos y democráticos pocos años atrás) siquiera lo consignen, mucho menos, condenen y, dando una vuelta de campana semiótica inmediata criticar un acontecimiento puramente liberal como que alguien compre una presencia deportiva publicitaria? Una política de gobierno liberal que, por lo demás, hambrea a docentes y no docentes universitarios, que expulsa del sistema científico tecnológico a miles de investigadores, que ralea las dotaciones profesionales de efectores de salud pediátrica, de alto nivel, que busca destruir la mejor institución científica latinoamericana, el CONICET, que deja morir a pacientes de enfermedades de tratamiento costosísimo, entre otras aberraciones...

¿Son liberales o qué?


Scaloni

Dibu Martínez


Esteban Cámara

Santa Fe, 14 de noviembre de 2024