El corona y yo

Y... me lo agarré, nomás.

Yo sabía que no iba a zafar durante mucho tiempo, mis defensas respiratorias no son las mejores. Son como la defensa de Argentina en el mundial 2010 en el partido contra Alemania de cuartos de final (0-4). O, peor como la de Brasil en las semifinales 2014.

Finalmente, el viernes 04/06/2021 empecé a sentir una sensación rara en mi cuerpo. Algo nunca antes visto.

No era un individuo. Era como una colmena hirviente de algo invisible que pugnaba, fermentaba, zumbaba, decidido a tomarlo todo, todo de mí, todo mi cuerpo. Cada uno de sus sistemas. Por el momento, sólo declarar debilidad y confusión y esa sensación de estar al borde de una derrota histórica.

Colón, mi Colón salió campeón mientras yo temía que todo se fuera al carajo. Y lo hizo brillantemente, con autoridad, como si no hubiera hecho otra cosa en la historia (fue la primera vez en 42 torneos AFA). No hubo más ése día.

El sábado, tregua. El bicho parecía tranquilo, replegado. O tal vez se hubiera ido. Aclaremos: A mí me habían vacunado con la Sputnik V (la mejor a mi juicio en el mundo), exactamente 17 días antes de los primeros síntomas. Ése día se va Irina a la casa de la madre.

El domingo de vuelta el baile: síntomas de gripe cada vez más claros, aunque leves. Dolor de cabeza, dolores articulares, debilidad, mareos.

Lunes (4to. día): Nuevamente tregua. Como avezado guerrero griego el corona sacó sus naves de la bahía y se despidió formalmente, pero sin dejar ningún caballo de madera inmenso. Ni falta que hizo. Estaba revisando las entradas habituales del blog, que llegan hasta el lunes 07/06: Nada, ni una simple mención hasta el momento. 

Claramente, los tomé como síntomas inespecíficos. Gripe, resfrío, etc. Igual, hasta el momento no había pasado nada.

Martes (5to. día): Acá me empezó a sacudir. Tos, dolor de garganta (mas todo lo anterior), diarrea, congestión nasal. Nada grave, Sputnik V mediante.

Miércoles (6to. día): Ése día mi hija Julieta tenía turno para la vacuna (AstraZéneca), pero yo no estaba seguro ni remotamente de tener Covid. Al volver de vacunarse ella, noté pérdida de mi olfato y gusto. A las mandarinas les sentía olor a kerosene y nada de olor a todo lo demás. Me metí a la aplicación Cuidar y me dió que estaba con síntomas compatibles con Covid. Que iban a dar parte al sistema de salud. Me quedé tranquilo, pero está claro que no debí hacerlo. 

Entre el miércoles y el jueves, me agarró como una especie de enajenación. Ni sé bien que pasó. Estuve toda la noche con un delirio de que tenía que presentar una lista de buena fe deportiva. Una y otra vez. La presentaba e, inmediatamente, tenía que presentarla de nuevo. Y así. No estaba dormido, eh.

El jueves (7mo. día) fue tal vez el peor día en síntomas, de lo poco que me acuerdo. Sólo una especie de psicosis, de extrañamiento de la realidad, además de diarrea, tos, decaimiento, catarro, congestión nasal, etc.

Viernes (8vo. día): Llamo al IAPOS (mi obra social) y quedan en hisoparme al día siguiente. Es un día 'griposo común', nada muy funky.

Sábado (9no. día): 9.20 viene la hisopadora e hisopa. Parece que el hisopo te lo meten hasta el mango. Toso y quedo medio 'chamuscado' un rato. Al resultado me lo van a dar el domingo. Un día de síntomas que se van atenuando, con la molestia infinita de la diarrea.

Domingo (10mo. día): Al resultado recién me lo dan a la noche, con la llamada de una amable doctora que a su vez avisa que me van a dar el alta a partir del martes (10 días de enfermedad). Obviamente, fue positivo. Gracioso, yo no me sentía muy seguro. Todo había pasado, menos la diarrea. Me pasa el reporte de alta por escrito.

Lunes (11mo. día): Me llega el resultado del hisopado a eso de las 15.00 h. La diarrea no cesa, aunque está bastante contenida (igualmente, será la última deposición en muchos días).

Afortunadamente, terminaron las deposiciones diarreicas el lunes por la tarde (lo peor de mi enfermedad fue la diarrea). Tensa calma, porque hasta que no aparezca la defecación normal, yo no considero que haya terminado todo. Debería esperar hasta el viernes para que eso suceda. Y ocurrió. 

Ah, algo de tos tengo todavía. Pero eso generalmente es un reflejo.

Creo que ahora sí terminamos con el Corona (espero, porque es muy resiliente el hijo de puta). Y gracias a la Sputnik que la cosa no pasó a mayores.

Esteban Cámara

Santa Fe, Argentina. 18/06/2021