Primero, un pequeño extracto de la letra de esta canciòn:
Ojo que no mira más allá no ayuda al pie...
Ojo que no mira más acá tampoco fue...
Ojo puesto en todo ya ni sabe lo que ve.
Óyeme esto y dime lo que piensas tú.
Silvio Rodríguez: Fábula de los tres hermanos
Se podría decir que hoy por primera vez escuché esta canción.
Empieza así:
De tres hermanos el más grande se fue
Por la vereda a descubrir y a fundar
Y para nunca equivocarse o errar
Iba despierto y bien atento a cuanto iba a pisar
De tanto en esta posición caminar
Ya nunca el cuello se le enderezó
Y anduvo esclavo ya de la precaución
Y se hizo viejo, queriendo ir lejos, con su corta visión
Ojo que no mira más allá no ayuda al pie.
Bien, coincidí, harto ya de la gente que no va a ninguna parte de tan precavido, atento al detalle y desconfiado.
Pero Silvio, sigue:
De tres hermanos el de en medio se fue
Por la vereda a descubrir y a fundar
Y para nunca equivocarse o errar
Iba despierto y bien atento al horizonte igual
Pero este chico listo no podía ver
La piedra, el hoyo que vencía a su pie
Y revolcado siempre se la pasó
Y se hizo viejo, queriendo ir lejos, a donde no llegó
Ojo que no mira más acá tampoco fue
Aquí medio que me pegó, me pegó feo. Soy de los que miran mucho el horizonte, cuidando el rumbo por sobre los detalles y accidentes del proceso. Claro, por ser así he sufrido machucones, revolcadas y diversas lesiones, como fracturas de tobillo, por ejemplo. Literalmente. Algo falla con este enfoque, debo reconocer.
Y Silvio, siguió:
De tres hermanos el pequeño partió
Por la vereda a descubrir y a fundar
Y para nunca equivocarse o errar
Una pupila llevaba arriba y la otra en el andar
Y caminó, vereda adentro, el que más
Ojo en camino y ojo en lo por venir
Y cuando vino el tiempo de resumir
Ya su mirada estaba extraviada entre el estar y el ir
Ojo puesto en todo ya ni sabe lo que ve
Bueno, al principio me desconcertó. ¿Pero qué coño? ¿Hablamos del socialismo y el capitalismo? ¿O de cualquier viaje, cualquier proyecto? ¿De la vida?, en fin.
Seguramente de todo, de nada, un poco de esto y de aquello.
Entonces, ¿que me dice? No es nada asertivo, es, creo, mayéutica, pregunta.
Tal vez no venga a cuento, pero recuerdo ahora una discusión que oí al pasar en Centro Habana entre un joven trigueño y una señora flaquita y muy mayor que se quejaba del problema del agua, eterno disgusto habanero. En realidad, supuse la discusión porque sólo escuché a la viejita cuando le respondía al joven "Voy a creer en la revolución cuando tenga agua". El muchacho quedó sin respuesta. Esos "detalles" pueden derribar construcciones enormes: La corruptela, la bolsa negra (mercado negro en donde los empleados deshonestos venden lo que roban en sus empresas estatales: alimentos, "petróleo", pintura, etc.), la falta de agua, viviendas inadecuadas, ciertas "lagunas" en la logística de medicamentos, los problemas de transporte. No hay que descuidar nada.
Volviendo al tema, creo que la respuesta se la debe dar cada uno. Para mí, lo importante es mantener el foco en el rumbo, en el horizonte (el socialismo, en mi caso), pero sin dejar de atender a la visión periférica, a lo que está "debajo", "al costado", está "sesgado" o es muy "pequeño". Esos pequeños detalles (a veces convertidas en tragedias individuales) que pueden hacer naufragar un viaje, un proyecto, un sistema que en los papeles puede parecer perfecto.
Para escuchar:
Fábula de los tres hermanos, canción de Silvio Rodríguez, por su autor.
https://www.youtube.com/watch?v=7_G5SICGq24
Esteban Cámara
Santa Fe, 06/07/2017