El famoso doctor Hans Asperger habría colaborado con eutanasia infantil durante la época nazi, según un artículo
Hans Asperger, foto de archivo. Fuente: Hans Asperger, Nacional-Socialsmo, e “Higiene racial” en la era Nazi, Vienna/BioMed Central/ bajo CC BY 4.0
|
Hans Asperger, un pionero en la investigación del autismo cuyo nombre se usa para describir a los autistas de alto funcionamiento, tuvo un pasado oscuro previamente desconocido, que incluía enviar a niños con discapacidades al programa de "eutanasia" dirigido por el régimen nazi, según nuevas investigaciones en archivos que se perdieron durante mucho tiempo. Los nuevos hallazgos revelan que Asperger estaba lejos de ser un valiente defensor de sus pacientes contra la "eutanasia nazi”, como mucha gente creía. Más bien, se benefició de su cooperación con el régimen y "legitimó públicamente las políticas de higiene racial, incluidas las esterilizaciones forzadas", según un estudio publicado en línea ayer (19 de abril) en la revista Molecular Autism.
Asperger también usó un lenguaje "notablemente duro" para describir a sus pacientes jóvenes, incluso en comparación con los profesionales de la misma institución que tenían pacientes con discapacidades más graves, escribió en el estudio el investigador Herwig Czech, historiador médico de la Universidad de Medicina de Viena [Más allá de las vacunas: 5 cosas que realmente podrían causar autismo]. Hans Asperger (1906-1980) escribió sobre autismo a fines de la década de 1930 y principios de 1940, pero fue el famoso artículo de 1954 de Leo Kanner el que sentó las bases para describir el trastorno, que ahora se define como una afección del neurodesarrollo que afecta la capacidad de una persona para comunicarse, interactuar y comportarse normalmente en situaciones sociales. A pesar de los primeros trabajos de Asperger sobre el autismo, la historia lo olvidó hasta 1981, cuando los científicos redescubrieron y publicitaron su trabajo. Su investigación se hizo tan conocida que el término "Síndrome de Asperger" se usó para referirse a personas en el extremo de alto funcionamiento del espectro del autismo, quienes a veces se llaman a sí mismos ‘Aspies’. Pero en los últimos años, los investigadores comenzaron a encontrar pistas alarmantes sobre el comportamiento de Asperger durante el período nazi en Austria, donde vivió. Estas pistas estimularon la investigación de Czech, así como a Edith Sheffer, miembro del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de California, Berkeley, cuyo libro "Los niños de Asperger: Los orígenes del autismo en la Viena nazi" (WW Norton & Co ., 2018) saldrá de imprenta el 1 de mayo. Las nuevas revelaciones se basan principalmente en evidencia que durante mucho tiempo se pensó que había sido destruida durante la Segunda Guerra Mundial: archivos personales de Asperger, evaluaciones políticas de las autoridades nazis y registros médicos de diferentes instituciones, incluida la notoria clínica vienesa de "eutanasia infantil” Am Spiegelgrund (donde más de 700 niños fueron asesinados por los Nazis, nota del traductor), dijo Czech . Si bien Asperger nunca se unió al partido nazi, fue miembro de varios grupos afiliados al régimen y fue recompensado por su lealtad con oportunidades de carrera, descubrió Czech. Además, los registros de casos de sus pacientes judíos revelan que "Asperger tenía un agudo sentido de su alteridad religiosa y 'racial' y que los estereotipos antisemitas a veces se filtraban en sus informes de diagnóstico", escribió Czech en el estudio. Sin embargo, las acciones más oscuras de Asperger giran en torno a su trabajo con Am Spiegelgrund, donde cientos de niños con discapacidades fueron usados para experimentación o asesinados, dijo Czech. Por ejemplo, en 1941, Asperger refirió los "casos desesperados" de Herta Schreiber, de 3 años, y Elisabeth Schreiber, de 5 años (sin aparente relación familiar), a Am Spiegelgrund, según los registros. Ambas niñas tenían discapacidades mentales y murieron de neumonía poco después de llegar a la clínica. En particular, a Herta Schreiber probablemente se le dieron barbitúricos que finalmente llevaron a su muerte, descubrió Czech. No está claro si Asperger, o las madres de los niños para el caso, sabían lo que les esperaba a los niños. "Todo lo que tenemos es la breve nota de Asperger sobre Herta, en la que él llama a su situación en Spiegelgrund ‘permanente'. Si esto fue un eufemismo consciente por asesinato o no, está claro que no esperaba que Herta volviera", escribió Czech en el estudio [11 Hechos que todo padre debe saber sobre el cerebro de su bebé]. Asperger también formó parte de un comité que revisó los casos de 200 niños en un hospital psiquiátrico y llamó a 35 de ellos "ineducables" y "no útiles para el trabajo", palabras que marcaron a los niños para "eutanasia", halló Czech. Es difícil saber qué pasó con estos niños porque el informe no enumera sus nombres, pero muchos de ellos probablemente murieron como resultado de estos diagnósticos perjudiciales, dijo Czech.
De aquí en más
A pesar de estos descubrimientos, Czech piensa que las personas no deberían considerar contaminadas a las contribuciones de Asperger al campo del autismo, ni deberían ser eliminadas del léxico médico. "Más bien, debe verse como una oportunidad para fomentar la conciencia" sobre las condiciones problemáticas en las que surgió la investigación sobre el autismo y las contribuciones de Asperger, dijo. Pero Sheffer, el autor del nuevo libro, discrepa fervientemente. A la luz de esta investigación, ya no deberíamos usar el término síndrome de Asperger, dijo Sheffer a Live Science en un correo electrónico. "En Medicina, los diagnósticos del mismo nombre se otorgan para reconocer a las personas que primero definieron una enfermedad y para honrar su vida. En mi opinión, Asperger no cumple ninguno de los criterios". Mientras tanto, el término Síndrome de Asperger se está eliminando progresivamente, no por el pasado de Asperger, sino porque los psiquiatras dicen que cae bajo el paraguas de los trastornos del espectro autista y que debería denominarse autismo. El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM), la guía de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría para el diagnóstico, dejó de incluir el síndrome de Asperger en el DSM-5, que salió en 2013. Además, la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), que es utilizada por la Organización Mundial de la Salud, probablemente dejará caer el término Síndrome de Asperger en la CIE-11, que se publicará en 2019, según escribió en The Conversation Adam McCrimmon, profesor asociado de estudios educativos en la Universidad de Calgary.
Fuente: LiveScience https://www.livescience.com/62374-hans-asperger-nazi-cooperation.html
Traducción de Esteban Cámara
Una cosa que me preocupa desde que tomé conocimiento de este tema es el ninguneo que se le propina al tema en nuestra sociedad, sobre todo (y más preocupante) por parte de los terapeutas. Y esto no tiene nada que ver con esta última presunción respecto del pasado nazi de Asperger. Parece haber una gran confusión y dificultad de diagnóstico y de establecer un tratamiento diferencial entre los dos grandes grupos de personas con autismo.
Yo tomé conocimiento del tema hace cerca de una década y con todo profesional con que lo hablé lo minimizó o ridiculizó. Particularmente me parece banal si se los sigue denominando Asperger o Autistas de alto rendimiento, lo que me preocupa es que los médicos y psicólogos parecen reluctantes a diagnosticar y tratar el síndrome. Y la sociedad, mientras tanto, sigue en su chupahuevismo genérico... siempre y cuando se trate de un problema ajeno.
Esteban Cámara
Santa Fe, 25 de abril de 2018