Poco después de terminada la segunda guerra mundial, con el afianzamiento definitivo de los EEUU como imperio moderno occidental, se puso muy de moda el género del western cinematográfico (o las películas de cowboys o del oeste o como quiera usted llamarle). Eso tal vez fue casual, tal vez no.
Lo que voy a intentar hacer en estos párrafos es vincular la simultaneidad de aquellos dos hechos, por un lado el afianzamiento de la irrupción imperial estadounidense (indiscutible en el mundo occidental y aledaños) y la mistificación y glorificación cinematográfica de aquello que se llamó Conquista del Oeste, como hechos no casuales.
Nota 1:De todas maneras llamarle "Conquista" a la incorporación de tierras del oeste norteamericano al modo de producción capitalista es mucho más honesto que llamarle "Campaña del desierto", por ejemplo, como denominó el establishment argentino al genocidio de los pueblos originarios y la subsecuente incorporación de vastas extensiones de tierras del cono sur sudamericano, suceso equivalente.
Nota 1:De todas maneras llamarle "Conquista" a la incorporación de tierras del oeste norteamericano al modo de producción capitalista es mucho más honesto que llamarle "Campaña del desierto", por ejemplo, como denominó el establishment argentino al genocidio de los pueblos originarios y la subsecuente incorporación de vastas extensiones de tierras del cono sur sudamericano, suceso equivalente.
Previo a volver al tema, un pequeño racconto histórico: en un primer momento, EEUU intentó reservarse al continente americano para sí (Doctrina Monroe), sin tener tal vez muy en claro su futura proyección global. O tal vez sí lo tenía y un atisbo de ello se puede rastrear hasta el himno de los Marines (tal vez la fuerza militar más representativa de las ambiciones imperiales). El mencionado himno comienza:
From the halls of Montezuma (De los salones de Montezuma -SIC)
To the shores of Tripoli (Hasta las costas de Trípoli).
Estos versos hablan del papel depredador que EEUU empezaba a reservarse sobre el resto de América. "Halls of Montezuma" refiere a la toma de la ciudad de México por tropas estadounidenses en 1846 y la consecuente victoria y anexión de la mitad del territorio mexicano. Pero, en el siguiente verso, se puede vislumbrar también el interés por África y con él por el resto del mundo, ligado a la mención de la ciudad norteafricana. Hacia allí había llegado en 1803 la Infantería de Marina de USA (creada en 1775), para vapulear a un puñado de nativos casi desarmados. Estos dos sucesos mencionados en esa canción preceden por poco o nada al momento de los hechos narrados en las películas del oeste.
Nota 2: El porqué de la "errónea" grafía de Moctezuma o Moteczuma (característica de EEUU), quien precisamente libró una guerra casi exitosa contra el imperio español, antecesor inmediato de lo que sería inicialmente EEUU como patrón de casi todo el resto de américa y las Filipinas), se explica por provenir de una vieja costumbre europea, retomada por los yanquis: Quiere decir: "lo escribimos mal porque nos importa una mierda". Se ignora lo que se desprecia.
Retomando: El territorio en donde se desarrollaba el western era un lugar en parte desierto, sin ley y/o poblado por seres inferiores, o así lo veía la clase dirigencial norteamericana. Un terreno ideal para el aventurerismo yanqui que, loado sea John Wayne, venía a poner ley, orden y moral a punta de pistola... O sea, asesinar, violar y apropiarse de todo lo que no pudiera defender un pueblo con menor tecnología bélica.
Otro aspecto interesante del western es cómo se representa al europeo: como un débil y decadente señorito incapaz de defenderse (por eso tal vez ellos deberían después irrumpir en una guerra europea para salvarlo) o como un tramposo fullero y tahur.
El indio representado por este género cinematográfico era un ser cobarde, sucio, traicionero, incivilizado, cruel, capaz de asesinar hasta a sus hijos para dar lugar a sus "salvajes" instintos. El sanguinario asesino Custer, sin ir más lejos, era presentado como un sujeto agradable e ingenuo, 'traicionado' por la 'perfidia' del piel roja.
He aquí la cosmovisión socio cultural yanqui: ellos, los decadentes europeos (luego aceptados, pero como socios minoritarios) y el resto del mundo: negros o marrones cuasihumanos.
He aquí la cosmovisión socio cultural yanqui: ellos, los decadentes europeos (luego aceptados, pero como socios minoritarios) y el resto del mundo: negros o marrones cuasihumanos.
En ese territorio, 'desierto' de civilización y ley, irrumpía el cowboy a punta de pistola, seguido por los colonos que, 'loados' sean, incorporaban el enorme territorio al modo de producción capitalista.
El fin del auge del western, precisamente se produce en las cercanías del fin de la guerra fría y ya bastante mutado respecto de sus características culturales iniciales. Hacia el fin del período, los indios se empezaban a mostrar como seres humanos no inferiores, sino como el resultante de otras tradiciones y estadíos culturales.
Algo similar ocurrió con otro fenómeno cinematográfico paralelo: las películas de ovnis que, en un principio mostraban a los alienígenas como asesinos o esclavistas despiadados, incluso antropófagos. Una vieja teoría asimila esos alienígenas a los soviéticos, los rivales yanquis del período 1945-1989. A esos enemigos extraterrestres sólo cabía aniquilarlos para que no despareciera "el mundo tal cual lo conocemos" (sic). Luego, ya hacia fines de la década de 1970, los extraterrestres se hicieron inteligentes y amigables (un ejemplo de ello es Encuentros cercanos del tercer tipo) y se podía pensar en hacer mutuamente provechosos tratos con ellos.
Finalmente, Gorbachov, de manera impensada y con causa inentendible a mi juicio, puso fin a la Unión Soviética y con ello, a todas estas elucubraciones.
Luego vinieron las guerras de EEUU contra rivales inconmensurablemente más débiles como la islita caribeña de Granada (60.000 habitantes en total) y similares, por motivos absurdos e inventados y la creación de su enemigo simbólico: el terrorismo fundamentalista. Talibanes, bin laden, isis y muchos otros fueron financiados y entrenados por, adivinen quién: EEUU... Pero eso fue hasta 2014, más o menos.
Ya veremos en los próximos años que los nuevos "pieles rojas" (o alienígenas), probablemente nos recuerden a sujetos eslavos. U orientales.
Esteban Cámara
Santa Fe, octubre de 2016
Algo similar ocurrió con otro fenómeno cinematográfico paralelo: las películas de ovnis que, en un principio mostraban a los alienígenas como asesinos o esclavistas despiadados, incluso antropófagos. Una vieja teoría asimila esos alienígenas a los soviéticos, los rivales yanquis del período 1945-1989. A esos enemigos extraterrestres sólo cabía aniquilarlos para que no despareciera "el mundo tal cual lo conocemos" (sic). Luego, ya hacia fines de la década de 1970, los extraterrestres se hicieron inteligentes y amigables (un ejemplo de ello es Encuentros cercanos del tercer tipo) y se podía pensar en hacer mutuamente provechosos tratos con ellos.
Finalmente, Gorbachov, de manera impensada y con causa inentendible a mi juicio, puso fin a la Unión Soviética y con ello, a todas estas elucubraciones.
Luego vinieron las guerras de EEUU contra rivales inconmensurablemente más débiles como la islita caribeña de Granada (60.000 habitantes en total) y similares, por motivos absurdos e inventados y la creación de su enemigo simbólico: el terrorismo fundamentalista. Talibanes, bin laden, isis y muchos otros fueron financiados y entrenados por, adivinen quién: EEUU... Pero eso fue hasta 2014, más o menos.
Ya veremos en los próximos años que los nuevos "pieles rojas" (o alienígenas), probablemente nos recuerden a sujetos eslavos. U orientales.
Esteban Cámara
Santa Fe, octubre de 2016