jueves, 6 de julio de 2017

Tres hermanos

Primero, un pequeño extracto de la letra de esta canciòn:

Ojo que no mira más allá no ayuda al pie...
Ojo que no mira más acá tampoco fue...
Ojo puesto en todo ya ni sabe lo que ve.
Óyeme esto y dime lo que piensas tú.

Silvio Rodríguez: Fábula de los tres hermanos

Se podría decir que hoy por primera vez escuché esta canción. 

Empieza así:

De tres hermanos el más grande se fue
Por la vereda a descubrir y a fundar
Y para nunca equivocarse o errar
Iba despierto y bien atento a cuanto iba a pisar

De tanto en esta posición caminar
Ya nunca el cuello se le enderezó
Y anduvo esclavo ya de la precaución
Y se hizo viejo, queriendo ir lejos, con su corta visión

Ojo que no mira más allá no ayuda al pie.

Bien, coincidí, harto ya de la gente que no va a ninguna parte de tan precavido, atento al detalle y desconfiado.

Pero Silvio, sigue:

De tres hermanos el de en medio se fue
Por la vereda a descubrir y a fundar
Y para nunca equivocarse o errar
Iba despierto y bien atento al horizonte igual

Pero este chico listo no podía ver
La piedra, el hoyo que vencía a su pie
Y revolcado siempre se la pasó
Y se hizo viejo, queriendo ir lejos, a donde no llegó

Ojo que no mira más acá tampoco fue

Aquí medio que me pegó, me pegó feo. Soy de los que miran mucho el horizonte, cuidando el rumbo por sobre los detalles y accidentes del proceso. Claro, por ser así he sufrido machucones, revolcadas y diversas lesiones, como fracturas de tobillo, por ejemplo. Literalmente. Algo falla con este enfoque, debo reconocer.

Y Silvio, siguió:

De tres hermanos el pequeño partió
Por la vereda a descubrir y a fundar
Y para nunca equivocarse o errar
Una pupila llevaba arriba y la otra en el andar

Y caminó, vereda adentro, el que más
Ojo en camino y ojo en lo por venir
Y cuando vino el tiempo de resumir
Ya su mirada estaba extraviada entre el estar y el ir

Ojo puesto en todo ya ni sabe lo que ve

Bueno, al principio me desconcertó. ¿Pero qué coño? ¿Hablamos del socialismo y el capitalismo? ¿O de cualquier viaje, cualquier proyecto? ¿De la vida?, en fin.

Seguramente de todo, de nada, un poco de esto y de aquello.

Entonces, ¿que me dice? No es nada asertivo, es, creo, mayéutica, pregunta.

Tal vez no venga a cuento, pero recuerdo ahora una discusión que oí al pasar en Centro Habana entre un joven trigueño y una señora flaquita y muy mayor que se quejaba del problema del agua, eterno disgusto habanero. En realidad, supuse la discusión porque sólo escuché a la viejita cuando le respondía al joven "Voy a creer en la revolución cuando tenga agua". El muchacho quedó sin respuesta. Esos "detalles" pueden derribar construcciones enormes: La corruptela, la bolsa negra (mercado negro en donde los empleados deshonestos venden lo que roban en sus empresas estatales: alimentos, "petróleo", pintura, etc.), la falta de agua, viviendas inadecuadas, ciertas "lagunas" en la logística de medicamentos, los problemas de transporte. No hay que descuidar nada.

Volviendo al tema, creo que la respuesta se la debe dar cada uno. Para mí, lo importante es mantener el foco en el rumbo, en el horizonte (el socialismo, en mi caso), pero sin dejar de atender a la visión periférica, a lo que está "debajo", "al costado", está "sesgado" o es muy "pequeño". Esos pequeños detalles (a veces convertidas en tragedias individuales) que pueden hacer naufragar un viaje, un proyecto, un sistema que en los papeles puede parecer perfecto.


Para escuchar:
Fábula de los tres hermanos, canción de Silvio Rodríguez, por su autor.
https://www.youtube.com/watch?v=7_G5SICGq24



Esteban Cámara
Santa Fe, 06/07/2017

sábado, 1 de julio de 2017

Sobre el populismo

Desde el poder (y sus monigotes de cierta pseudo izquierda) se suele denostar a los movimientos de liberación latinoamericanos con el mote de populismo. Yo, particularmente, le he pedido a varios de ellos una definición sobre el tema y he obtenido solamente silencio, balbuceos y vaguedades vinculadas a la demagogia.

La demagogia consiste en el empleo de la adulación, desinformaciòn y falsas promesas hechas con el sólo objeto de dominar al pueblo en forma tiránica. Ya veremos si esto tiene alguna relación con el populismo.

El populismo en Hannah Arendt y otros politólogos europeos.

Al finalizar la segunda guerra mundial con la desaparición de la amenaza racista, genocida y hegemonista del fascismo, quedaba en pie todavìa, al menos para la visión no menos hegemónica capitalista euro-estadounidense, la amenaza del socialismo soviètico. Es ahì donde aparece Arendt (antigua discípula de Heidegger) para intentar denostar al socialismo, englobándolo en un concepto común con el fascismo. Nace así la definición del Populismo tal cual es manejada actualmente por la hegemonìa burguesa europea y sus afiliados de todo el mundo.

En esta concepción, el populismo nace de  la construcción de un enemigo del pueblo que, en el caso de los nazis vendrían a ser los judíos y los socialistas, mientras que en el caso soviético serían los capitalistas, la nobleza y los explotadores en general. Merece mención el hecho de que uno de los enemigos era inventado (el judío como la amenaza de europa... jajajajajj), mientras que el otro es muy real. Pero eso, obviamente, fue conscientemente pasado por alto por los capitalistas euro-yanquis y sus tribunas de doctrina comunicacional. En nuestros días esta definición perturba el desempeño de cualquier fuerza política que se proponga cambiar el status quo.

En este magisterio intelectual, tampoco importa la situación particular de los países post coloniales, como los países sudamericanos. Allí sí, como en el caso ruso, hay verdaderos enemigos del pueblo y de las naciones: el colonialismo y sus aliados oligárquicos internos. Ese enemigo postergó una y otra vez la independencia económica, la libertad individual y nacional y expolió los recursos de esos pueblos. En los países post coloniales, la consigna es brutal: Patria o Muerte, Liberación o Dependencia. A esto es casi imposible que lo entienda el europeo promedio, que ve en el componente nacional de estas reivindicaciones, un toque fascista. Hay que entender a Mariátegui, que ya había explicado el carácter revolucionario del nacionalismo en las sociedades post coloniales.

El populismo segùn Laclau


En las décadas finales del siglo XX aparecen Laclau y otros sociólogos y politicólogos con una definición bastante más comprensiva de lo que es el populismo. En este universo cultural, el populismo pasa a ser entendido como un articulador de todos los antagonismos, lo que es el espacio fundante de la política. DIce Laclau que si no hubiera antagonismo, habría solamente administración, no habría política. Esto es imposible.

Para Laclau, el populismo es claramente una estrategia de relación entre el significante "Político" y el significante "Pueblo".

Ahora bien, habida cuenta de que toda política necesita de una relación con el pueblo (al menos, en democracia) ¿que es lo diferente de "Populismo"?: Los grupos políticos que buscan diferenciarse, por izquierda o por derecha, del populismo se consideran a sí mismos como "Científicos" o "Racionales".

Yo hace cerca de una década encontré que la esencia política del populismo se podría definir claramente en la articulación de la relación que tienen los dos tipos antagonistas de política, Científica versus Populista, con las necesidades del pueblo. Los políticos "Científicos" le dicen al Pueblo: Ustedes necesitan Esto, y ese contenido vale lo mismo si es de izquierda que si es de derecha, la definición de la política es previa al contacto con el Pueblo.

El populismo según Perón:

PRIMERO: CAPTAR LA MASA
Yo empecé a realizar esto personalmente desde la Secretaría de Trabajo y Previsión.
¿Cuál era la orientación? La primera regla que yo cumplí fue: decir la verdad y actuar sincera y lealmente, porque sabía que: la masa estaba descorazonada por la falta de sinceridad y lealtad, y por la mentira permanente con que habían procedido los que habían actuado antes que yo.
Le prometían todo y no le daban nada. Entonces yo empleé un sistema distinto. No prometer nada y darles todo. En vez de la mentira, decirles la verdad. En vez del engaño, ser leal y sincero y cumplir con todo el mundo.
Lógicamente, para analizar un problema, leal y sinceramente, no es suficiente con tener la intención, porque muchas veces en la vida no se puede tener la seguridad de si se podrá cumplir con lo que se promete, ya que no se trata sólo de intención, sino también de posibilidades.
Cuando empezamos nosotros a trabajar, recibimos a todo el que viniera, creando una organización que permitía a todos los argentinos, pobres, ricos, malos, buenos, blancos o negros, que viniesen allí a escucharnos.
Yo los recibía a todos, los saludaba y después les decía qué pensaba yo y cómo creía que debían resolverse los problemas.
Si llegaban diez, les hablaba; si llegaban dos, también les hablaba; si eran diez mil, mejor. Así el número fue creciendo, y cuando quise acordarme tenía el predicamento político que yo necesitaba para comenzar a accionar.
Yo siempre prefería, en vez de hablar a hombres, hablar a organizaciones.
¿Por qué? Por la misma causa que cuando uno quiere juntar todas las hormigas, no las agarra de a una, sino que va al hormiguero y las agarra allí. Entonces, yo me dediqué a los hormigueros, con cierto provecho. ¿Por qué? Porque ellos vieron que lo que yo les decía, hacía. Ellos vieron que me traían sus inquietudes y las veían satisfechas. Es decir que yo no era un "macaneador" más. Por lo menos, prometía ser un hombre que hacía las diligencias necesarias para cumplir lo que ellos querían.
(CONDUCCIÓN POLÍTICA, JUAN PERÓN: CAPÍTULO II, CARACTERÍSTICAS DE LA CONDUCCIÓN MODERNA).

El subrayado es mío

Muchos hacen hincapié en este párrafo en el tema de los hormigueros y las hormiguitas. Eso no es lo importante Lo importante es esa pregunta con la cual la política interroga al pueblo. Y hay sólo 2 posiciones: una es la que ya definió lo que el pueblo necesita, lo que el otro necesita.  A esta polìtica se la suele llamar polìtica cientìfica o racional. 

Mientras que la otra posición, la populista, empieza con lo que es la pregunta fundamental en la politica. Esa pregunta, en un país post colonial, es la pregunta Revolucionaria por excelencia

Esto es el tan denostado populismo. Nada que ver con lo que dicen Hannah Arendt y otros politicólogos europeos. Yo defino al populismo como a lo que interroga al pueblo respecto de sus necesidades y de cómo satisfacerlas, y luego trata de cumplir con ese deseo, convertido en mandato. Los restantes posicionamientos (tanto de izquierda como de derecha, quienes se consideran a sí mismos 'política científica') le dicen al pueblo "Ustedes necesitan esto". 

El populismo, en cambio, pregunta "¿Ustedes, qué necesitan?".



Esteban Cámara
Santa Fe, 01 de julio de 2017