viernes, 2 de diciembre de 2016

Hasta siempre. Comandante

Se nos fue de gira el gigante, el que había dicho: "Los pueblos de América no quieren ni libertad sin pan, ni pan sin libertad" ... y "...cuando los hombres llevan en la mente un mismo ideal, nada puede incomunicarlos, ni las paredes de una cárcel, ni la tierra de los cementerios...", entre muchas entrañables frases que llenan libros y libros.

La noche que partiste se volvió a escuchar como en enero de 1959, pero en el otoño de nuestros corazones: 
- ¿Voy bien, Camilo? 
- Vas bien, Fidel.

Justo, pero justo un 25/11, sólo que en 1956, se iba del puerto de Tuxpan, México con 80 valientes y un médico marcado con una estrella de fuego en la frente. Se iba en el Granma a la muerte o a la gloria, a la revolución, Y pasó a la eternidad justo en este aniversario 60, holgadamente absuelto por la historia. 


Hace pocos años alguien me dijo con tono de asombro y asco: - ¿te gusta la Cuba castrista? 
- ¿Cómo no me va a gustar un país en el que no hay desnutrición infantil?, respondí.
- Ah, bueno. Yo de Cuba no sé nada, me dijo. Y cambió de tema.
Así es el individuo de subjetividad colonizada. Tienen una fina pátina de desinformación y muchos prejuicios. Apenas uno les rasca ese barniz, ese "creer saber", quedan desnudos.

¿Cómo no me iba a gustar si la mortalidad infantil es la más baja de todas las américas? (y siendo de los materialmente más pobres).

¿Cómo no me iba a gustar después de comprobar que cualquier niño cubano, nacido en cualquier monte, en cualquier calle, en cualquier hogar puede llegar a ser cualquier cosa que quiera y luche?


¿Cómo no me iba a gustar si sé casi de primera mano que la revolución lucha como nadie y efectivamente por la igualdad de hombres y mujeres?

¿Cómo me voy a olvidar del trigueño que era contador de la fábrica de puros romeo y julieta, que en el parque La Fraternidad de La Habana, me contó que era de una familia muy humilde y de no ser por la revolución seguro no habría acabado ni la secundaria? ¡Y hay tantos más que como él me lo dijeron!


¿Cómo no me iba a gustar si yo ví, si yo fotografié, a los niñitos yendo iguales todos a la escuela, con sus uniformes coloridos y sus mochilitas impecables?
Bayamo, mayo de 2013

Ahora hay una estrella más en el cielo. Es plateada y descansa sobre un rombo rojo y negro.


¿Que tengo yo que hablarte si el poeta eres tu?, como dijo el poeta. ¡Cuanta tristeza siento, comandante!, como cuando asesinaron a Allende. 'Tanto dolor se agrupa en mi costado que por doler, me duele hasta el aliento'... (Elegía, José Hernández).

Hay una anécdota de la guerra en la sierra maestra en la que pocos reparan. Para presentarla valgan estas imágenes tomadas del libro del Che "Pasajes de la Guerra Revolucionaria". Lo posteé en Facebook pero nadie reaccionó.




Dedicatoria firmada por Fidel para los jóvenes egresados del secundario a quienes se les entrega el libro.

En esta carta del 19 de febrero de 1958, el grueso de los combatientes le pide a Fidel, 3 días después del combate de Pino del agua II, que no se exponga tanto en el combate, porque estiman que él es su mejor arma. A pesar de la rabieta que se debe haber comido el gigante, creo que les hizo caso y ése fue el último combate en el que participó directamente. Para el que lo quiera buscar: si se fijan bien los datos están en las fotos, pero igual ahí van: Editora Política, Cuba, 2008, Primera edición ampliada. Página 234.

Por último, si quieren entender el sentido de lo que significó Fidel pueden leer este otro artículo mío: Comentarios respecto de la mortalidad infantil en Cuba. El capitalismo mata, mata 10.000 niños por año en los ricos EEUU, 5.000 anuales en República Dominicada, más de 300 en mi provincia de Santa Fe, Argentina, 5700 en toda la Argentina. Y no sólo comete crímenes humanos, horribles, también comete crímenes ambientales que nos están llevando hacia el desastre, y crímenes de otros tipos. El único sistema que le puede poner fin a esta locura es el socialismo.

Creo que cabe a esta altura que los poetas de la nueva trova presenten su caso, y mucho mejor que yo:

Silvio Rodrìguez: Canción del elegido

Silvio Rodríguez: El necio

Hasta la victoria, siempre.




Esteban Cámara

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