viernes, 11 de octubre de 2013

El ave exótica

Permítaseme citar de memoria: En una escena de la serie de Larry David, Curb Your Enthusiasm (HBO 2000-2011), 7ma. temporada, su amigo/respresentante/alter ego Jeff le pregunta a Larry si va a hacer el intento por recuperar a su esposa Cheryl, de la que se separó hace algunos meses y a la que ahora se ha acercado bastante. Larry duda, se siente cerca pero tiene miedo de que al hacer "el movimiento" se arruine la cercanía tan duramente conseguida. Entonces Jeff le advierte, sabiamente: -Tienes miedo de espantar al ave exótica. -Sí, reconoce Larry.

Es eso, las mujeres son aves exóticas para nosotros, los hombres. Somos seres mucho más primitivos y lineales y, encima, muy parecidos unos con otros. Tratamos de acercarnos cautelosamente a ellas, las malas experiencias nos van enseñando a hacerlo sin movimientos bruscos, sin estruendos, sigilosa y lentamente para que no se vuelen. No tenemos ni idea de lo que tenemos que hacer. 

Ellas son complejas, sutiles, totalmente diferentes una de la otra. Hasta diferentes cada una de sí misma, instante por instante. Manejan la comunicación con un exquisito y sutil sentido del detalle, del tono, de lo que se connota, de los gestos corporales.

Hace mucho que lo digo: Las mujeres son superiores a los hombres. Tienen más genes (el cromosoma Y es sumamente pequeño comparado con el X), menos enfermedades y sistemas más fiables, excepción hecha del sangrado suyo de cada mes. Los biólogos tienen la hipótesis de que los machos surgieron en algún momento de individuos hembras. Y la modificación habría consistido, precisamente, en la pérdida de segmentos del cromosoma X, que lo llevó a convertirse en su encogido homólogo Y. Esta dualidad macho-hembra, vino bien a la lucha por la sobrevivencia de los genes porque favorece el intercambio de material de herencia y la variabilidad de las especies. El patrimonio genético, al ser doble, proporciona variantes que mejoran la adaptación a los cambios y alternativas ante fallos por mutación.

Tienen menos problemas genéticos las mujeres, por aquello del par de cromosomas más grandes. Recordemos que los cromosomas vienen de a pares, en las especies con reproducción sexual, de manera que las mujeres son XX y los hombres XY. O, para representar un poco mejor la diferencia de tamaño y cantidad de genes: XY . De existir algún gen defectuoso en uno de los X, el otro lo suple. En cambio, en muchos casos, el cromosoma Y carece de repuesto para genes del X. Es por esto que existen enfermedades que afectan en mucha mayor medida a los hombres que a las mujeres.

A su vez, existen menos problemas cardíacos en las mujeres y si bien no recuerdo bien supongo que también en otros sistemas corporales.

Claro, se me dirá: ¿Y los problemas de salud del embarazo y el parto?, los hombres no tienen ni remotamente ese problema. Es cierto, pero aún así, en las sociedades industrializadas las mujeres tienden a vivir mucho más que los hombres. En el caso de la Argentina actual, la expectativa de vida de la mujer es nueve años superior a la del hombre. Evidentemente, los riesgos del parto y las pérdidas mensuales de sangre se ven ampliamente compensadas por la superioridad genética y cardíaca.

Todo esto me lleva a pensar que las instituciones históricas del machismo son sólo un patético intento por compensar las desventajas biológicas y de inteligencia. Ah, por cierto, es falso que los hombres seamos más inteligentes. Sólo somos más fuertes muscularmente y eso tal vez se deba a una cuestión cultural. Es imposible vislumbrar que pasará con el rendimiento físico del bello sexo luego de siglos y siglos de libertad de movimientos y práctica deportiva.

Una prueba enorme de la superioridad femenina es que somos nosotros los que andamos detrás de ellas, casi invariablemente.

Como argumento final: las mujeres soportan mejor la soledad que los hombres. No nos necesitan. Y cuando necesitan una piel que les calme ese tal vez fugaz momento de hormonas enardecidas, basta que salgan a la calle, miren fijamente a alguno de nosotros ... y sonrían.





Esteban Cámara




2 comentarios:

  1. Seria interesante ponerlo en práctica!!! "Tratamos de acercarnos cautelosamente a ellas, las malas experiencias nos van enseñando a hacerlo sin movimientos bruscos, sin estruendos, sigilosa y lentamente para que no se vuelen" y si...somos complejas!!

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    1. Se ve que todavía no aprendí. Tal vez lo que para mí es sólo sinceridad para algún ave es estruendo. O hay aves con oído de tísico.

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